La ficha del noveno festejo es de las largas, casi se necesita toda una crónica. Resumiendo al final cuatro toros de Daniel Ruiz, uno de El Pilar en primer lugar como sobrero al ser devuelto otro aprobado por la mañana del mismo hierro, uno de Domingo Hernández, el sexto, también como sobrero y fueron devueltos uno de Daniel Ruiz y otro de El Pilar, en tercer lugar y al final su matador corrió turno.
¿Lo entienden?, si no es así lo siento. No se explicarlo de otra manera.
Abrió plaza un Finito de Córdoba que solo dejó una serie de naturales, que a la postre se pusieron caros al casi no repetirlos con el buen cuarto y el resto de su faena fueron trayazos. Cortó una oreja en el cuarto, el mejor de la tarde, tras una faena derechista en la que sólo dio una serie final por el pitón izquierdo justo antes de matar.
El Juli se va de la feria con tan solo una oreja y protestada, lo que hace que esto sea noticia. Resulta curioso que los triunfadores de la Feria de Otoño de Madrid, los novilleros Iván García y Matías Tejela no lucieran en Zaragoza y El Juli que cortó un rabo en Vistalegre el mismo día del triunfo de los anteriores, también se fuera un tanto de puntillas de esta feria.
Voluntad no se le puede negar y que dio muchos pases, tampoco hasta el punto de sobrarle media faena del segundo de la tarde.
El quinto fue un toro emotivo con el adiós del gran picador Salvador Herrero entre ovaciones y otros muchos más adioses de forma tapada en la misma cuadrilla. Se tragó dos series y de pronto se rajó como la mayoría de los toros lidiados hoy pero al final, oreja pedida mayoritariamente para el madrileño tras estocada defectuosa.
César Jiménez fue el primero en tocar pelo de la tarde y para ello tuvo que ver como sus dos primeros toros tomaban el camino del corral por inválido uno y borracho o algo así el otro.
Valiente, con ganas y queriendo agradar siempre anduvo Jiménez, que se olvidó del toreo al natural en el tercero.
Al sexto, un sobrero de Domingo Hernández lo toreó bien entre oles y ovaciones en el platillo de la plaza de rodillas si bien luego el toro se paró pero el joven torero se dio un auténtico arrimón.