Deslucida ha resultado la última corrida de toros de la Feria de San Pedro de Burgos. El lote de toros de José Luis Marca no ha contribuido al lucimiento de la terna. Aun así comenzó el espectáculo de manera esperanzadora con Pablo Hermoso de Mendoza montando a Roncal y a Albaicín, con el que cabalgó a dos pistas y llegó mucho al público. Clavó medio rejón con Mariachi. El toro tardó en doblar, precisando de descabello. Aunque la oreja fue pedida con fuerza no se le concedió.
Con el cuarto estuvo impreciso con Monterrey y Chicuelo y se entonó con Campogrande y Mariachi. Tampoco estuvo eficaz con el rejón final y esto enfrió al público.
Víctor Puerto estuvo incomodado por el viento y por un animal de embestida discontinua. Ante el quinto tiró por al calle de en medio, una actitud que molestó al público burgalés. Además atravesó al toro con la espada y fue pitado.
Miguel Abellán poco pudo hacer con el parado tercero. Con el sexto, que se movió al principio de la faena y pedía todo en largo, estuvo variado, inventándose a un toro soso. Suplió las carencias de su enemigo con variedad. Lo mató al volapié más puro y arrancó una oreja.