Así vieron la 14ª de San Isidro todos sus protagonistas
Francisco de Manuel da una trincherilla al sexto I JULIÁN LÓPEZ
MUNDOTORO > Madrid
Ángel Jiménez analizó sobre el primer novillo de La Quinta que ‘tenía buen son, pero le faltaba final, he intentado hacerle las cosas suaves, no darle toques bruscos, porque tenía buen compás pero era una lástima que no tuviera ese final, que salía un poquito desentendido y con la cara por arriba’.
‘En el primero, está un poco más frío siempre el público, pero me he encontrado bien y le he pegado muletazos que me he sentido bien por dentro conmigo mismo, espero que el otro tenga un comportamiento más redondo y pueda llegar un poco más al tendido’, añadió para ahondar en su concepto: ‘Me considero una persona sincera, lo que tengo es lo que tengo, no engaño a nadie y trato de demostrarlo delante del novillo’.
Tras el cuarto, se mostró más contrariado porque ‘el novillo ha tenido poco estilo para crearle una faena’. ‘No he estado nada a gusto con él, se tragaba el primero, pero después ya buscaba las tablas y quería arrollar… Costaba mucho llevarlo metido en los chismes’, lamentó. ‘Uno se exige cada día y hay quedarse tanto con lo bueno como con lo malo para seguir creciendo’, sentenció a modo de conclusión.
André Lagravere ‘El Galo’ reconoció que el segundo fue ‘un novillo bueno, muy bravo al caballo y obediente a los trastos, ha tenido temple… Fue un novillo con cualidades’, asumió. El franco-mexicano aludió su labor a ‘la presión del primer San Isidro’. ‘Quise hacer las cosas bien, sé que puedo estar mucho mejor y para eso estoy aquí para demostrarlo, queda otro, no es fácil pero hay que reponerse’, expuso.
Francisco de Manuel, por último, evidenció un sabor agridulce, puesto que a pesar de su buen sabor de boca con la capa, no lo pudo redondear con la muleta: ‘Lo he podido disfrutar mucho, porque lo hizo bien con el capote y tenía esperanzas para la muleta, pero ahí se ha dormido mucho más, venía por dentro y, en cuanto te veía, se revolvía rápido, empezó a cambiar al salir del caballo’.
Sobre su buena sintonía con el público de Las Ventas comentó: ‘Siempre que vengo aquí me crezco, Madrid me lo ha dado todo’. Por último, sobre haber declinado banderillear al novillo explicó: ‘Es una decisión que he tomado en firme, ya en las últimas novilladas que he toreado no he tomado los palos, aunque eso no quita para que algún novillo puntual lo pueda banderillear’.
Finalizado el sexto, se mostró pesaroso porque ‘se tiene que ver la evolución de uno, me veo preparado, mentalizado y me he intentado entregar al máximo, pero con un lote así es muy difícil triunfar’. ‘El invierno pasado me ha servido mucho para asentarme más y reposar mi toreo, en estas plazas es dónde se tiene que ver esa evolución, uno lo que busca es salir por esa Puerta que abre a la calle Alcalá y quería mucho más, pero me voy contento’, concluyó.