Hermoso, Ventura y Romero, en hombros
Corrida noble y manejable de Hnos. Sampedro
Buen comienzo de la Feria de Las Colombinas
Plaza de toros de Huelva I DIARIO DE HUELVA
MUNDOTORO > Huelva
La Feria de las Colombinas tuvo el mejor comienzo. Sobre el papel, eso prometía un cartel en el que Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura se verían las caras y en el que Andrés Romero lo pelearía todo para triunfar en su tierra. Así fue, punto por punto: tarde de maestría de Hermoso de Mendoza, que cortó tres orejas y afán de triunfo y gran rejoneo de Diego Ventura, que no tuvo opciones con su primero e hizo un milagro con ‘Milagro’ frente al quinto, del que cortó las dos orejas. Andrés Romero logró no quedarse atrás y salió en hombros con dos orejas. Se lidió, con más de tres cuartos de entrada, una corrida noble de Hermanos Sampedro.
Pablo Hermoso de Mendoza tuvo que ponerlo todo de su parte para que la faena con el primero llegase al tendido. Fue un toro de Hermanos Sampedro que se vino muy a menos y muy pronto, y el jinete de Estella, que lo recibió con ‘Napoleón’, se esforzó en aprovechar las posibilidades del toro a lomos de ‘Disparate’ y ‘Viriato’. Labor seria, en la que llegó mucho a la cara del toro, que le valió una oreja.
Hermoso de Mendoza quería asegurarse el triunfo frente al cuarto, y lo logró. Contó con la colaboración de un toro magnífico de Hermanos Sampedro, que le permitió impartir una auténtica lección de su rejoneo. A un nivel extraordinario, con ‘Churumay’ y también con ‘Berlín’, Hermoso lo hizo todo a la perfección en una faena que fue premiada con las dos orejas y que le abría la Puerta Grande.
Diego Ventura reapareció frente a un mansito que se movió con cierta clase, y con él realizó una faena muy completa que quedó sin premio por el pinchazo que precedió al rejonazo. Ventura, especialmente a lomos de ‘Nazarí’, llevó a cabo una labor despaciosa y muy ajustada, en la que se le vio disfrutar y que conectó con el tendido.
La de Diego Ventura con el quinto fue una gran faena. Toro distraído y de poco juego, frente a la monta, la exposición y el nivel del rejoneador, incluso pareció bueno. Ventura fue haciendo la faena, siempre a más, a lomos de ‘Romeo’, pero hizo el milagro con ‘Milagro’, una yegua magnífica con la que, entre otras cosas, ejecutó uno recorte y dos pares inconcebibles. Acertó con el rejón y cortó las dos orejas.
Fue muy noble el tercero de la tarde, del que Andrés Romero cortó una oreja con leve petición de la segunda. El onubense buscó en todo momento aprovechar las embestidas del toro y construyó así una labor variada y de mucha intensidad. Tal y como iba la tarde, Romero tenía que puntuar si no quería quedarse atrás, y logró no bajarse del carro del triunfo con el sexto. Fue un toro noble y manejable, con el que construyó una faena de menos a más, que tuvo su punto de inflexión en la salida al ruedo de ‘Odiel’, con el que el onubense logró lo mejor de su actuación.
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