MUNDOTORO
MADRID(España) Dice el amplio refranero taurino que torero casado, torero acabado. No es un dicho sólo aplicable al planeta de los toros. Este compromiso para unos, sacramento para otros, se ha convertido últimamente en una celebración fastuosa de acentuado carácter social, en algunos casos muy «exclusivo», que pasa la frontera de lo íntimo para convertirse en un evento comparable a lo más grande. Y si el contrayente, o la contrayente que alguna hubo, es torero, del caché profesional que sea, el estado de la cuestión se convierte en cuestión de Estado y la expectación se desborda y se dispara. Fíjense, recientemente, en el caso de Finito de Córdoba, Manolo Sánchezy Rafael Camino o vayan tomando nota de lo que le espera a Javier Conde.
Pero que queda después, además del amor sellado, presumiblemente, para siempre. Cuando de la tarta no restan ni las migas, sólo suenan los ecos de la marcha nupcial y el chaqué se conserva entre naftalina. ¿Pesa tanto como se dice la alianza dichosa delante del toro?. ¿Es una excusa, que, comúnmente, se acepta por válida? ¿Se miden más los riesgos? ¿Y qué ocurre cuando vienen los hijos?…
Toreros casados, toreros solteros…
Toreros separados y otros…
Que vienen los hijos…
Cristina Sánchez, un caso insólito…
¿Torero casado, torero acabado?…