El Boletín Oficial del Estado ha publicado que subvencionará con casi un millón de euros a cuatro organizaciones ambientales y ecologistas: Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, WWF y SEO/BirdLife, mientras que los ganaderos de bravo siguen sin recibir ayudas y continúan enviando sus toros al matadero.
Mientras que los ganaderos de bravo son los auténticos ecologistas, y son los verdaderos gestores de las reservas medioambientales, el Real Decreto que el Ejecutivo aprobó hace unos días recoge que la cuantía global de estas subvenciones para estos grupos ecologistas será de 959.999,98 euros, a través del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, que dirige Teresa Ribera, dinero público que procede del reparto del 0,7 por ciento de la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades.
Así, el importe individual de cada una de las subvenciones previstas se repartirá del siguiente modo: Para Amigos de la Tierra España se destinarán 137.142,85 euros; para la Confederación de Ecologistas en Acción 274.285,71 euros; para WWF. Asociación en defensa de la Naturaleza 274.285,71 euros y para la Sociedad Española de Ornitología (SEO-Bird-Life), 274.285,71 euros.
Se da la circunstancia de que estas subvenciones del Gobierno a los grupos ecologistas llegan mientras los ganaderos de lidia siguen sin recibir todas las ayudas por las enormes y cuantiosas pérdidas económicas provocadas por la crisis sanitaria y económica del coronavirus.
La Unión de Criadores de Toros de Lidia, que representa al 85% de la producción de bravo destinada a espectáculos culturales en plazas de toros de primera, segunda y tercera categoría, calcula que la crisis sanitaria derivada de la pandemia de Covid-19 está ocasionando unas pérdidas económicas que superan los 77 millones de euros en las ganaderías de esta entidad, unos daños económicos que incluyen a los animales destinados a las corridas de toros de esta temporada –unos 35 millones de euros-, añadiendo además la pérdida económica de los añojos, erales, utreros que se quedarán en el campo y la consecuente drástica reducción de reproductoras.
No hay que olvidar que la actividad ganadera de bravo contribuye a la conservación de ecosistemas y al aumento de la biodiversidad, así como a “fijar” la población del mundo rural, lo que ya viene diciendo este medio durante muchos años atrás. En este sentido, son más que evidentes las devastadoras consecuencias que la crisis del Covid-19 está generando en el medio ambiente, y la España vaciada.
