
ÍÑIGO CRESPO
Madrid (España)Los Hermanos Lozano han lidiado una novillada astifina con tres animales encastados y exigentes en los tres primeros lugares aunque en la segunda mitad del festejo el encierro ha ido perdiendo entidad. La terna ha oído seis silencios en un festejo condicionado por el fuerte viento reinante. Destacó el oficio de Francisco Pajares.
Francisco Pajaresha cuajado una faena larga y porfiona frente al primero, un animal de áspera condición que terminó parado al que mató de buena estocada. Frente al cuarto, un animal manso y complicado, se mostró suelto y sin pasar agobios matándolo de una estocada muy segura.
El manchego Pedro Marín, que se presentaba en Madrid, ha puesto disposición frente al segundo, un animal enrazado que ha exigido llevarle tapado y por abajo. A Marín se le ha visto con ganas pero con firmeza sin poder redondear. En quinto lugar ha hilvanado una faena sin mayor brillantez frente a un animal deslucido que se ha movido con la cara alta. Pablo Lechugase las vio primero con un novillo que ha volteado sin consecuencias al subalternao Manuel Macías. Fue este un novillo que no fue fácil pero Lechuga puso soltura y oficio sin que el trasteo tomara vuelo. Frente al sexto, un animal muy brusco y con la cara alta no le ha dado mayores opciones.
Plaza de toros de Las Ventas. Un cuarto de entrada. Novillos de Lozano Hermanos, bien presentados, variados de juego. Destacaron por exigentes y encastados los tres primeros, complicado el cuarto y con movilidad pero sin clase quinto y sexto. Francisco Pajares, silencio tras aviso y silencio; Pedro Marín silencio tras aviso y silencio tras aviso y Pablo Lechuga silencio en su lote. Ha saludado en banderillas David Adalid.
FOTOGRAFÍA: ÓSCAR RUIZ ‘RUAZA’