Con tres cuartos de entrada en los tendidos se celebró la primera corrida de la Feria de Cali, en tarde lluviosa. Se lidiaron seis toros de la ganadería de Ernesto Gutiérrez, cuatro de ellos de magnífico juego y uno, el sexto, manso.
Juan Pablo se mostró muy verde en ambos enemigos. No logró entender la embestida de sus dos toros y se le vio trompicado y falto de oficio. Con la espada estuvo mal. Su labor en el primero fue seguida del silencio del público y escuchó una sonora bronca en su segundo.
A Paquito Perlaza le correspondió un toro, en primer lugar, que le permitió bordar el toreo con el capote. La faena de muleta fue un conjunto variado, con pases de ambas marcas. Remató de pinchazo y estocada obteniendo el silencio del público. Se desquitó con creces en su segundo, un toro noble que permitió al colombiano bordar preciosos lances con el capote. Hizo una faena con temple, muy ligada, en los medios, con series por ambos pitones, siempre rematadas con el forzado de pecho. Las ovaciones fueron constantes durante todo el trasteo. Después de un pinchazo dejó una gran estocada que hizo rodar sin puntilla al toro. Hubo petición mayoritaria de oreja, que fue atendida por el presidente, y dio una triunfal vuelta al ruedo con el apéndice.
El rejoneador Fernando López estuvo muy variado en sus dos toros, especialmente en su segundo al que le colocó dos pares de banderillas al quiebro. En ambos ejemplares entró a amatar exponiendo mucho sus caballos. Dejó un rejón en muy buen sitio que hizo rodar sin puntilla a su segundo, al que cortó la oreja. En su primero también cuajó una buena faena, pero falló con el rejón de muerte.
Al final del festejo el público salió contento de la plaza de Cañaveralejo. En cuanto al próximo festejo, hay buen ambiente ante el debut de dos toreros españoles, Juan José Padilla y Dávila Miura. Éstos harán el paseíllo junto al colombiano Pepe Manrique, lidiando una corrida de la ganadería de Salento, de encaste Santa Coloma.