JESÚS ORTIZ
CÁCERES (Madrid).Una gran faena de Ponce al cuarto y el poderío de El Juli con el manso quinto fue lo más destacado de la segunda del abono cacereño, en la que se lidiaron cinco toros de Núñez del Cuvillo y uno, el segundo, de Herederos de Bernardino Píriz.
Si a eso sumamos las buenas intenciones de Manolo Bejarano, con un lote excesivamente blando, se debe anotar como positivo la entrega de una terna que no encontró demasiada colaboración en los toros. Enrique Ponce obtuvo un balance de palmas y oreja con petición de la segunda, tras un aviso, en el cuarto. El Juli logró una oreja de cada uno de sus enemigos, mientras que el diestro local, Manolo Bejarano, paseó una oreja del tercero y escuchó palmas en el que cerró plaza.
FOTOGRAFÍA: FRANCIS VILLEGAS.
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