ALBERTO LOPERA
CALI (Colombia).Con apenas un poco menos de un tercio de plaza
se realizó anoche en la plaza de Cañaveralejo la novillada apertura de la Feria de Cali, donde se lidió un encierro de la ganadería de Salento,
encaste Santacoloma, de aceptable presentación pero falta de bravura en
general.
El diestro de Manizales José Arcila se mostró
muy variado con la capa en sus dos toros. Lamentablemente estuvo pesado con la
espada hasta escuchar dos avisos en su primero. En el otro su labor se silenció.
La única oreja de la noche fue para el colombiano César
Manotas en su segundo, al que toreó con buen gusto aprovechando la noble
embestida del toro. Saludó en su primero en el que se vio muy dispuesto con la
muleta.
Grata impresión ha dejado el madrileño Francisco Pajares,
quien a pesar de haberle correspondido un lote imposible, dejó buena impronta
de su clase y del bagaje que tiene. Se le vio muy técnico y toreado, y resultó aparatosamente
cogido en el último. Escuchó palmas en su primero y se le silenció en el otro.