Si las primeras salidas como matador de toros de Sebastián Castella en Dax, Bayona y San Sebastián no caminaron por la vía del éxito, su presentación con grado de alternativa en Nimes ha dejado una excelente impresión. Y a la postre, el sustituto resultó ser el triunfador.
Decepcionaron los toros de Samuel Flores. Tuvieron un fondo de nobleza, pero les faltó fuerza y resultaron sosos. Los mejores fueron el segundo y el sexto.
El peor lote fue para Miguel Abellán, que anduvo valiento pero no muy fino con los aceros y que fue levemente herido por la espada en la pantorrilla izquierda al torear al cuarto. Pasó a la enfermería de donde salió sin aparentes molestias.
Juan Bautista cuajó un excelente comienzo de faena frente al segundo, que pudo torear a su aire, a la larga distancia. Pero no duró tan buena embestida y la faena se fue a menos. Pinchó cinco veces antes de agarrar una estocada, pese a lo cual el publico le ovacionó con fuerza al recordar su buen toreo. Con el complicado sobrero de Carlos Núñez, el torero de Arles fue cogido aparatosamente, y sin consecuencias, y optó por la brevedad.
Sebastián Castella ya se le había visto seguro frente al tercero, muy flojito, al que pinchó demasiado. Su faena frente al sexto fue un prodigio de dominio y de poder, ligando y templando perfectamente, y consiguiendo, con una desconcertante facilidad, un final muy encimista del agrado del respetable. Dejó una estocada correcta y se llevó el único premio de la tarde.