Llegó la cuarta y ultima corrida de Aniversario al Nuevo Progreso de Guadalajara en una tarde agradable con una buena entrada en el tendido en la que el diestro fránces cuajó una faena de altos vuelos para indultar a «Barquero» con el número 360 con 510 kg. de la ganadería de Arroyo Zarco, un toro con clase y calidad que fue a más, al que Castella toreó al ralentí en una faena deletreada y caligrafiada a cámara lenta que puso en pie al público tapatío en varias fases de su ya histórico trasteo.
«Dinastiano» fue el segundo de la tarde para Sebastián Castella, un toro nada fácil e incierto de salida, solo algunos capotazos de tanteo y no la puso fácil en la suerte de varas ni en banderillas. Con la muleta inició en tablas el francés sometiendo al de Arroyo Zarco que tenía muchas teclas, solo dos tandas de mucho mérito pero hasta ahí a pesar de la disposición de Castella que se le complicó la suerte suprema. Silencio.
«Barquero» No. 360 con 510 kg. fue el segundo del lote de Sebastián Castella un toro noble con calidad que saludó el francés con verónicas templadas y una media de cartel. El toro cumplió en el caballo empujando. Brindó al respetable Castella para iniciar su labor de muleta en los medios con un emocionante péndulo y muletazos de buen trazo que calaron en la afición. La faena fue a más, el de Arroyo Zarco con clase siguió invistiendo a la muleta de Castella que se abandonó emborrachándose de torear por ambos lados, remates con el «del desprecio», de pecho, molinetes y un repertorio que caló fuerte en la afición que se le entrego al francés y que pidió con fuerza el indulto que al final concedió el juez de plaza Alfredo Sahagún.
Por su parte, Uriel Moreno «El Zapata» hizo uso de su repertorio en los tres tercios para cortar una valiosa oreja en su regreso ante esta afición después de más de 16 años dejando muy buenas sensaciones. En cuanto a Leo Valadez estuvo con entrega y disipación con su lote, se la jugo sobre todo con el cierra plaza, desafortunadamente dejo ir la oreja tras fallar con la espada.