JOSÉ MIGUEL ARRUEGO
MADRID (España)Acaba de llegar a Bogotá, donde mañana actua junto a Enrique Ponce y el matador de toros local Ramsés pero en la mente de César Jiménez permanece vivo el recuerdo de lo protagonizado ayer en el festejo que cerraba la Feria de Jesús de Gran Poder de Quito (Ecuador), en la que desató el delirio del público en medio de un impresionante aguacero y consiguió indultar al segundo toro de su lote, de la ganadería de Triana.
«Fue una tarde muy emotiva –rememora César Jiménez – y creo que será un recuerdo histórico para todos los que la vivimos y la presenciaron, porque, cuando parecía que todo se ponía en contra, la voluntad de los toros, de los toreros y del público pareció ponerse de acuerdo para que el final fuese triunfal»
Sobre Grandioso, el último toro del abono, al que el diestro terminó indultando, Jiménez opina que «Fue un animal muy bravo, que embistió y acometió con mucha vibración. Me entregué y noté la pasión de la gente, pero a pesar de la condición del toro, nunca pensé durante la faena que pudiera llegar a indultarlo».
A la bravura del toro no pudo responder el madrileño con un toreo de mano baja debido a la piscina en la que, debido a la fuerte tormenta, se había convertido el ruedo de Iñaquito «Me fue imposible bajarle la mano y tuve que muletearlo a media altura, porque en el ruedo había dos cuartas de agua. Además, debido al peso que con el agua adquirían los engaños tuve que cambiar tres veces de capote y a las muletas les tuve que desprender el forro amarillo para poder seguir toreando»,
explica el diestro
El festejo de ayer en Quito sirvió además para ratificar el momento en el que encuentra el torero de Fuenlabrada y del que varias plazas americanas están siendo testigo «Ha habido tardes muy bonitas, algunas empañadas por mi irregularidad con el acero, sobre todo en los sitios más importantes, pero aún así están siendo valoradas. En La México viví una tarde muy bonita y en Guadalajara pude torear un toro muy despacio y sentido. Creo que es un reflejo del momento de madurez en el que me encuentro»
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