GUILLERMO LORENTE > Calasparra
El primer capítulo de la Corrida Concurso mixta de Calasparra fue el decisivo a la hora del cómputo final de premiados. Alamito-77 de Miura se llevó el premio al toro más bravo junto con la mejor faena de López Chaves. Una oreja fue el premio final, como Manuel Escribano y el novillero Filiberto que cuajaron una buena tarde en líneas generales pese a las dificultades que sumaron con lotes complicados.
López Chaves cortó la primera oreja al Miura que abrió la concurso. El toro fue tres veces al caballo, la última desde más lejos empleándose con buena condición. A la muleta llegó justo de fuerza aunque noble y el salmantino tiró de oficio. El toro evidenció de mitad de faena en adelante las dificultades que siempre tiene esta ganadería. Mató de buena estocada. El cuarto de Castillejo de Huebra acudió tres veces al caballo pero sin convincion. Chaves no tuvo opción ante un toro manso y venido muy a menos.
Manuel Escribano sorteó un toro deslucido de Partido de Resina con el que el sevillano estuvo muy firme. No se empleó en los primeros tercios el cásrdeno e incluso sacó dificultades. No se empleó en los primeros tercios y llegó a la muleta con buen inicio de embroque pero soltando la cara al final. Se vino abajo a las primera de cambio pero la actitud del toreo le valió el triunfo. El serio quinto de Peñajara dejó en su apariencia toda su altanería. Fue espectacularmente al caballo tres ocasiones en un buen tercio de Juan José Domínguez. Escribano en la muleta no tuvo opción con un toro áspero y sin raza.
Calidad tuvo el tercero de Luis algarra pero de escaso fondo. Filiberto lo recibió con un variado saludo capotero y se rehizo de una fuerte voltereta cuando intentaba dar un pase cambiado en los medios. Estuvo muy por encima el novillero, más cuando el novillo claudicó estrepitosamente. Erró con el descabello y se quedó todo en ovación. Todo entrega del novillero Filiberto ante el sexto, la última oportunidad para llamar la atención en la corrida concurso mixta. El murciano estuvo voluntarioso y a la altura de un novillo de Algarra con ciertas complejidades ya que fue muy irregular en la embestida. Mató de una estocada fulminante que le valió una oreja.
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