REDACCIÓN
MADRID (España): «Viendo las orejas que se han cortado otros días de la feria, también me podían haber concedido a mí la del cuarto toro, que además hubiera sido de más peso». Así se explicaba Eduardo Dávila Miura, molesto por no haber podido salir del coso pamplonés con un trofeo. «Por eso es tan difícil todo esto, continúa. Se tienen que dar una serie de circunstancias para triunfar en esta plaza y muchas veces no se aúnan». El sevillano, que ha fallado con la espada en su primero, confiesa que está pasando una mala racha con el acero. «No se puede estar así con la espada. A veces, no lo veo claro y me da miedo estropear una faena por pinchar. El toro tenía calidad y era noble. Me he sentido a gusto con él, aunque al animal le ha faltado un poco más de chispa».
Por su parte, Miguel Abellán ha mostrado su sorpresa por el volumen de su primero. «No se veía más que toro por todos los lados. Era enorme. A pesar de ello, le he enjaretado varias series importantes por el derecho, el único pitón bueno porque por el izquierdo no tenía un pase».
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