La Monumental Plaza México, se ha llenado de arte y sentimiento pues Finito ha mostrado el gran momento por el que atraviesa, no sólo en el ánimo, sino en la torería y el gran momento taurino por el que está pasando. Me parece que se está convirtiendo en un consentido de esta plaza, un torero que por el arte con el que ha regado el ruedo de La México, llenará los corazones de ésta afición que hoy sólo ha cubierto una tercera parte del coso. Sin embargo no me cabe duda que Juan Serrano, Finito de Córdoba, convocará cada vez una mayor cantidad de público, si bien las dos orejas con las que el juez de plaza le premió, fueron un exceso. Me parece que esto es lo de menos, pues para los paladares exigentes el sabor y el aroma, fue un Ribera del Duero de esos muy escasos y caros.
Finito con la capa ha tenido detalles cuidando mucho a sus astados que en términos generales han sido débiles. Sin embargo le ha tocado en suerte el mejor de los Reyes Huerta, el primero de la tarde, con el que ha estructurado un trasteo pletórico de temple, mano baja y toreo hacia adentro, con mucha solera, clasicismo y rematando con los de pecho desde aquí hasta allá. Coplero se llamó el toro, y juntos interpretaron copla a copla, la mejor faena que hasta el momento hemos visto en la temporada de La México.
Manuel Caballero se justifica como siempre lo ha hecho en esta plaza. Existe una química entre los capitalinos y el de Albacete, que se arrima y muestra el sitio importante de figura del toreo, si bien con su primero que fue protestado por su poco trapío, se ha justificado plenamente al poderle a un toro con ‘picante’. Sin embargo lo mejor de Caballero vendría en el sexto de la tarde al que le ha realizado una faena sumamente meritoria, pues ha cuajado un trasteo muy superior a las condiciones del astado, noble pero soso. En fin que Caballero y La México siguen con una empatía que se justifica por la entrega que le caracteriza al albaceteño tarde a tarde que pisa este ruedo.
Paco González,quien intenta salir del ostracismo y poca actividad que ha caracterizado a su carrera, ha tenido dos toros a contra estilo, sin embargo nos ha demostrado el porqué de sus triunfos en plazas de toda la república a últimas fechas. Se ha arrimado y de no ser por el mal momento que vivió con la espada en el séptimo, hubiese ‘tocado pelo’ al igual que sus alternantes. Paquito ha enviado un mensaje a todos los que pensaron que ya no tenía nada que hacer en esto, merece más y mejores oportunidades.
Jerónimo ha llenado de sentimiento La México;su toreo profundo y que a muchos de los viejos aficionados les ha recordado el toreo de el gran Silverio, siempre lleno de plástica y profundo sentimiento, con una proyección hacia el tendido de llamar la atención, con temple y largueza en el trazo de la muleta y un olé muy largo e intenso en los tendidos. Con una maravillosa conjunción artística, que después de un espadazo en buen sitio ha valido una oreja, me parece llega en gran momento para este joven matador que tendrá más claro el panorama después de esta tarde en la que ha triunfado contundentemente, con dos años solamente de alternativa parece tener un futuro muy brillante, que así sea.
El toro sigue sin salir a La México, y con excepción del primero, el encierro ha dejado mucho que desear en cuanto al trapío y bravura.