Así han visto la corrida los protagonistas de la tarde
David Galván saludó una ovación en el primero I JULIÁN LÓPEZ
MUNDOTORO > Madrid
Tras pasaportar al primer toro de Valdefresno, David Galván comentó en los micrófonos de Toros las sensaciones de la faena al primero, que tuvo momentos de ‘más lucimiento y otros de menos’, según comentó el diestro gaditano. Precisamente, al rematar la faena por manoletinas, recibió un pitonazo a la altura de la axila. ‘Tocándome no logro ver lo que tengo, porque me ha dado un derrote seco, que me ha dejado el brazo dormido y no podía ni sujetar la espada’, aseguró Galván.
David Galván vivió en el recibo de capa un momento angustioso, al perder pie y quedarse a merced del toro. Sin embargo, el diestro gaditano supo resolver ese trance al realizarse el mismo el quite. ‘La preparación es para momentos como estos; un entrenamiento especializado nos vale para momentos así, que en milésimas de segundo, y casi sin pensar, te libras de cosas serias’, aseguró el diestro en los micrófonos de Toros, que terminó así su única comparecencia en San Isidro sin el triunfo esperado. ‘No es suficiente cuando se triunfa con fuerza, asique imagínate si el resultado no es el esperado’, concluyó.
‘De donde no hay no se puede sacar’, afirmó Juan Ortega tras ventilar al quinto, un astado ‘difícil porque el toro medía mucho, venía siempre haciendo hilo, con muchos cabezazos y muy bruto todo; constaba mucho trabajo que todo fluyese’, aseguró.
Juan Ortega sorteó en segundo lugar un toro que se vino muy pronto abajo y no dio opciones al diestro sevillano. Tras darlo muerte, el diestro confensó que pensaba que iba ‘a durar más, pero se paró y sólo aguantó diez o doce muletazos; quería mucha suavidad y llegar con la bamba de la muleta al hocico, pero costaba mucho trabajo con el viento’, aseguró.
Joaquín Galdós saludó una ovación al tercero, con el que consiguió momentos que llegaron al tendido, pero condicionado por el viento. ‘La pena es no haber podido torear mejor, porque el toro no ha tenido mala condición, pero con el aire es muy difícil. Tenía un comportamiento extraño porque el primer muletazo se quedaba abajo, el segundo embestía bien, pero, luego, el tercero y el cuarto le costaba mucho’, afirmó.