CRV. Hay que volver atrás, es necesario y recordar que un día de mayo, un toro te partió casi por la mitad, muy cerca de la cadera…Y las primeras noticias eran extremadamente negras.
Joselito: Recuerdo vagamente algunas cosas que me decían horas después de operarme, pero como estaba bajo los efectos de la anestesia, no me enteraba. Fue al día siguiente cuando, con mucho tacto el médico y mi padre me dijeron lo que tenía y que iba a estar un año sin torear…Yo sólo quería saber si me iba a quedar cojo o inválido y me convencieron de lo contrario…En ese momento sentí un gran alivio…Porque siendo un choque fuerte, sabía que tenía otra oportunidad. Me sentí casi feliz, y quizá por eso, por tener la suerte de poder volver a andar, a correr, a torear, me tomé el trance de otra forma…No sabes el alivio que fue saber que, en uno, en dos años…en el tiempo que fuera…iba a poder caminar»
CRV. A mi me han contado que ha habido mucho dolor, mucho sufrimiento de puertas adentro. Días, tardes y noches malas, toda una historia de superación no contada.
Joselito. ¿Sabes que pasa? Que la rehabilitación ha sido muy costosa, muy dolorosa, pero no sólo por la dureza de reiniciar despertar lo que estaba dormido, sino por la evolución, por la variación, por los cambios que sentía en la evolución…Avanzaba, sentía que avanzaba y a las horas o al día siguiente, retrocedía…Cuando dejé las muletas en Julio, fue un avance…me decían que debería estar un mes y medio o dos caminando, sólo caminando. En ese tiempo me encontraba un día feliz, pletórico por caminar medio suelto y al día siguiente casi me iba al suelo…Y lloraba, y me venía abajo, pero lo seguía intentando al día siguiente…El día 10 de agosto comencé a correr, aunque me habían pronosticado un par de meses caminando…ese día estaba eufórico, …el día 11 no podía casi ni caminar…Yo me asustaba por ese paso atrás, por ese retroceso…Ha sido doloroso, muy doloroso, pero lo conseguí».
CRV. Y cómo estás ahora.
Muy bien. No al ciento por ciento, pero bien…no poseo la agilidad de antes de mayo, pero en cinco meses ¿què más quiero?. El día 15 de agosto me propuse torear unas becerras. La cuadrilla era de lujo: un tractorista y un vaquero…Y me vi cojo, jodido de verdad, pasé un mal rato con el capote con una vaca que salió mansa, que me arreaba en oleadas y yo me veía vendido del todo…Me pegó una voltereta fuerte de verdad…pero sentí hasta ilusión porque me volví a poner de pie, o sea, que sentí que la pierna respondía de nuevo…Pero ha habido días, ya en septiembre, cuando comencé en serio a torear, a prepararme, que han sido duros…Porque había momentos en los que sentía que no me podía quitar, que estaba vendido…pero he llegado a torear muy a gusto algunos toros…Estoy bien.
…LA CLAVE: «NO SOY UN TORERO QUE DEJE INDIFERENTE»
…JOSELITO, LA TEMPORADA, EL TOREO Y LA VIDA DE LOS TOREROS