MIGUEL FERNÁNDEZ
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Cuenca (España).A bocados -en forma de una entrega sin reservas- salió Del Álamo en la esperada ‘Corrida Monstruo’de Cuenca. Ni el aguacero que estuvo a punto de arruinar el festejo ni el choque con las figuras pudieron con el salmantino, que cortó cuatro orejas. Fue un espectáculo en que nadie se guardó nada, pues Enrique Ponce, enorme un día más, también salió en hombros tras pasear dos trofeos. El Julitiró de ‘hambre’ para vencer a su lote y rozó la Puerta Grande. José María Manzanares fue ovacionado con una corrida de Daniel Ruiz desigual de juego. El ‘premio gordo’ estuvo en el excelente octavo bis, de vuelta al ruedo
Juan del Álamo se aseguró el triunfo tras lograr una faena de mucha transmisión al buen cuarto. El salmantino templó y corrió bien la mano por el pitón derecho, el mejor del astado. Aunque al natural bajó el tono, las últimas tandas de derechazos tuvieron poder y calado. Una estocada fea no fue óbice para la concesión del doble trofeo. El toro fue ovacionado. Tras devolverse el octavo cerró plaza un sobrero con más trapío que permitió a Del Álamo culminar brillantemente su tarde. Notable el salmantino, que toreó con mucho temple, capacidad y un punto más de reposo que antes a un toro con calidad y transmisión. Hubo una leve petición de indulto que quedó en una merecida vuelta al ruedo tras la estocada a ley de Del Álamo. Otras dos orejas para el salmantino, que reivindica su nombre ante las figuras.
Enrique Poncecortó una oreja del primero de la tarde, un toro al que costó moverse durante toda la lidia. El valenciano estuvo muy paciente con él y lo mimó hasta meterlo en la muleta. Instrumentó una faena de intensidad creciente a pesar de la lluvia y rubricó con una buena estocada. Cuando ponía fin a su labor, comenzó un fuerte aguacero, por ello, y para agilizar el festejo, no paseó el trofeo. Lo que le hizo al quinto tuvo mucho mérito, más de lo que podría parecer. El de Chivase inventó una faena inesperada para la mayoría ante un toro peligroso en banderillas y que no regaló una embestida. Poncese las ingenió con técnica, poco a poco hasta poder disfrutar en el cierre, de rodillas. Oreja de ley.
El Julicapeó el temporal con una faena de mucho poder y empuje al segundo de la tarde, un toro noble aunque flojo. La gente entró con fuerza en la enfibrada labor del torero madrileño. El pinchazo previo a la estocada no impidió que cortase una oreja y se le pidiese la segunda. Se quedó sin triunfo por lo deslucido de su segundo, un toro feble al que varias caídas condicionaron su juego. Pocas opciones para El Juli con su aplomado oponente. El sincero y paciente esfuerzo del torero no fue suficiente. Falló a espadas y fue ovacionado.
José María Manzanaresacertó a torear con gusto al tercero, que llegó a la muleta con poco motor. Alternó manos el alicantino, sin poder apretar en exceso ni en altura ni en el toque. Dio, además, tiempos entre series para oxigenar al de Daniel Ruiz. El descabello emborronó el conjunto. El séptimo fue un toro muy cambiante en sus ritmos y sus embestidas. Frente a él, Manzanares planteó una faena variada, con momentos destacables en la primera fase e intermitencias. Tampoco estuvo certero a espadas y fue ovacionado tras aviso.
Plaza de toros de Cuenca. Tercera de Feria. Casi lleno. Toros de Daniel Ruiz, correctos de presencia y de juego desigual. Más cuajado y mejor de juego el octavo bis, de vuelta al ruedo. Enrique Ponce, oreja y oreja tras aviso; El Juli, oreja y ovación; José María Manzanares, ovación y ovación tras aviso y Juan del Álamo, dos orejas y dos orejas.
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