Un público alegre, festivo, y que apoyó en todo momento a los toreros llenó por primera vez en esta feria los tendidos del coso alicantino.
Pese a los trofeos cortados, la tarde no terminaba de levantar el vuelo. Tuvo que salir el sexto, con el hierro de El Torreón, para que el festejo se viniera arriba. A este toro, El Juli lo toreó con vibración con el capote y lo banderilleó de forma espectacular. Con la muleta, el madrileño le fue hilvanando una faena que fue a más y que tuvo su cenit en las dos últimas series así como en unos pases por bajo que pusieron punto y final al trasteo. Una estocada seguida de un descabello pusieron fin al último acto de la tarde. El presidente no concedió la segunda oreja y desmereció la faena de El Juli con respeto a otras que fueron premiadas con los mismos trofeos.
Con su parado primero optó por el arrimón para poner la vibración que le faltaba al toro, pero en esta ocasión la espada una mala jugada.
Finito de Córdoba anduvo toda la tarde fácil y torero manejando el capote, aunque no se luciera como el público pretende.
A su primero lo toreó con calidad sobre la derecha, aunque quizás lo hiciera de forma un tanto rápida. Con el sobrero volvió a lucir toreando con la derecha, aunque su labor tuvo muchos altibajos.
Eugenio de Mora estuvo correctísimo con su primero, quizás el menos lucido de los de El Torreón. Su labor que no llegó con la suficiente fuerza al tendido se alargó más de lo deseado. Y con el flojo quinto lo intentó, pero ante las repetidas caídas el público le pidió que abreviara.