RAFA CARRIÓN
Valencia (España).El percance de Antonio Hernández, herido de mucha gravedad por el novillo que abrió plaza, ha marcado el devenir del cuarto festejo de Fallas. El novillero valenciano, hijo del matador de toros José Hernández El Melenas, ha sido prendido a la altura del tercio medio del muslo derecho cuando iniciaba la faena de muleta en el centro del ruedo después de ser un par de veces volteado con el capote y ha sido trasladado a la enfermería con abundante hemorragia. Se hizo cargo del novillo Carlos Durán, segundo integrante del cartel, que paseó la única oreja de una novillada con genio y complicaciones de Torres Gallego.
Duránllevó a cabo tres actuaciones marcadas por la voluntad y las ganas de agradar a un público que se le entregó desde el principio, y cortó la única oreja del quinto, uno de los dos novillos potables del sexteto, para lo que resultaron fundamentales los adornos de las postrimerías y la efectiva estocada con la que finiquitó a su antagonista.
Por su parte el debutante Adrián de Torresdejó muestras de poseer un buen concepto. Anduvo serio y valiente con sus dos primeros oponentes y dejó fases de calidad con el sexto, pero la tardanza del novillo en doblar disipó el posible trofeo.
Plaza de toros de Valencia. Cuarta de Fallas. Media plaza. Novillos de Torres Gallego, excelentemente presentados, astifinos, mansos y con genio los cuatro primeros. Quinto y sexto, más nobles pero de poca raza. Antonio Hernández, cogido por su primero; Carlos Durán, silencio tras aviso, aplausos y oreja; Adrián de Torres, que debutaba con picadores, ovación, ovación y vuelta tras aviso
Parte Médico: Durante la lidia del primer toro de la tarde ha ingresado en la enfermería el novillero Antonio Hernández, que ha sido atendido de una cornada de 25 centímetros en la cara antero – interna del tercio medio del muslo derecho con hemorragia, activa profusa venosa y tres trayectorias: una con dirección ascendente que llega hasta el ligamento inguinal, otra trasversal que alcanza el paquete vascular – femoral profundo y una tercera descendente que llega hasta el conducto de Hunter, afectando a los músculos sartorio y abductor mediano con existencia de laceración de las venas perforantes de la femoral profunda, una de tres centímetros y otra de medio. Control de la hemorragia y reaparición venosa mediante sutura. Pronóstico muy grave. Tras ser intervenido en la plaza de toros es trasladado al Hospital General de Valencia.