¡Vaya Feria de Cáceres llevamos! En una plaza amable y fácil como ésta, todavía no ha habido ningún torero capaz de cortar dos orejas en un toro. Por diversos motivos, pero no hay manera. Y eso que la gente está dispuesta a regalar, porque están de feria, están contentos y son generosos. Pero nada. Y claro, hoy, algunos se han enfadado y han vociferado cosas a los toreros, a los toros, al ganadero y a todo aquel que se moviera. Porque además, con el calor que está haciendo en Cáceres, se calienta la cabeza y a uno le sienta peor una mala tarde.
Y es que tampoco hoy ha levantado el vuelo esta feria. Han salido seis toros de Los Bayones, mansitos todos, pero se dejaban pegar en los caballos, y como se dejaban, pues a pegarles. Les han dado demasiado. Principalmente a partir del cuarto, y todo por que el primero descentró a Armillita y el segundo se vino arriba en la muleta. Pues sólo por eso, a darle a todos. Y claro, todos no merecían ese castigo. Así, entre la mansedumbre y los malos tratos, al final, no se entregaron en las muletas.
Para tanto fue la cosa, que no hubo faenas que contar. Intentos sí, pero faenas destacables, ninguna. ¿Que por qué cortó Víctor Puerto una oreja? Pues porque como el público tiene tantas ganas de pasarlo bien y Víctor -en la imagen- estuvo animoso, alegre y variado con su primero, cayó el premio. Pero antes de eso, nada. Armillita no sabía por donde meterle mano al que abrió plaza. Y después, poco más o menos. Abellán lo intentó con los dos, pero con el primero, soso y sin fuerza, poco podía emocionar. Y el último, manso y rajado se fue a tablas y allí le sacó lo que pudo.
Armillita en el cuarto había apuntado, pero no disparó. Y Víctor Puerto en el quinto se arrimó, le puso interés y ganas, pero como mató muy mal, se quedó sin una oreja que, seguramente, le habría dado el presidente a petición popular. ¿Y qué más voy a contar? Que como esto no lo animen los caballos y los rejoneadores el miércoles, el público bonachón, se puede acabar enfadando de verdad. Esperemos que no.
FOTOGRAFÍA: FRANCIS VILLEGAS.