JOSÉ MIGUEL ARRUEGO
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Madrid (España). El pasado sábado, un toro de Vega – Villar, de la rama ‘Encinas’ de Victorino Martín con el hierro de ‘Toros de Urcola’ le abrió en dos el gemelo izquierdo en la plaza de El Casar de Cáceres, durante un quite por chicuelinas, una cornada de veinte centímetros y dos trayectorias que ha frenado la exitosa racha que Emilio de Justo había iniciado esta temporada en la que ha salido en hombros en las cuatro corridas de toros en las que ha hecho el paseíllo.
El torero de Torrejoncilloha atendido a mundotoro desde el hospital donde se recupera de un percance que como él mismo explica ‘ha provocado la rotura de gran parte de la masa muscular del gemelo, pues la herida me llega desde el tobillo a la corva prácticamente. He pasado la noche bastante dolorido por lo molesto de la zona, pero ya tengo la mente puesta en el próximo día 15, porque estoy anunciado en Zalamea de la Serena y quiero reaparecer allí’.
Se da la circunstancia de que Emilio ha participado en las tres corridas que Victorino ha lidiado este año con el encaste ‘Encinas’ que está potenciando el ganadero de Galapagar, un vínculo que tuvo su origen el pasado año en Hervás y que se ha prolongado en esta temporada, en los festejos de La Cumbre, nuevamente en Hervás y el pasado sábado en El Casar: ‘He cortado once orejas a los toros de esta ganadería entre las tres corridas de toros, y estoy muy contento de poner mi granito de arena al esfuerzo que está haciendo Victorino por reflotar este encaste’, explica el torero cacereño.
Desde su experiencia con este tipo de corridas, Emilio de Justoconsidera que el toro de Encinas ‘es un animal exigente y nada tonto, pero muy agradecido. Hay que esperarlo mucho, dejarle que meta la cara, y tirar de él con suavidad porque repite y transmite muchísimo’asegura el torero, que vuelve a ponderar el esfuerzo del ganadero por volver a poner en auge este encaste ‘que no sólo es un deleite para la vista, sino una gozada para todo el que se considere aficionado por su manera de embestir y de transmitir’.
A pesar de cortar una oreja en Madrid en la Feria de San Isidro de 2009, la carrera de Emilio de Justo se vio un tanto frenada en las temporadas siguientes, un hecho que le obligó a marcharse a Américaen busca de las oportunidades que no podía disfrutar en su país. Con el concepto de siempre, pero más maduro, más asentado y con las ideas más claras, el cacereño afronta el resto de la temporada con la inyección moral que suponen sus últimos triunfos, que espera canjear por un contrato para el próximo año en Las Ventas ‘porque es la plaza donde debo ratificar todo lo que estoy haciendo y la que me puede poner a funcionar’, concluye.
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