Ante la decisión de la Comisión de Participación Ciudadana del Cabildo de la ciudad de Puebla de pretender prohibir las corridas de toros en esta capital, Tauromaquia Mexicana se permite expresar su abierto rechazo ante esta determinación, cuya adopción estuvo acompañada de una serie de irregularidades que la hacen inviable.
El dictamen aprobado en la mañana de ayer y que deberá ser turnado a la Comisión de Servicios Públicos, no fue debidamente presentado con las 72 horas de antelación a todos los regidores que integran este grupo de trabajo, en una clara violación al artículo 50 del reglamento interno de esa instancia. Además de este atropello a los preceptos que rigen la actuación del Cabildo, la pretensión de prohibir las corridas de toros va en contra de los derechos de las minorías.
La democracia a la que todos aspiramos pasa forzosamente por la inclusión de todas las voces en los debates públicos. ‘Prohibido prohibir’, se ha insistido desde la Presidencia de la República. ¿En dónde queda esta máxima en el caso de Puebla? Es preciso señalar que la pandemia del Covid-19 ha afectado seriamente la economía de Puebla. Una eventual prohibición de las corridas de toros en la capital, se traduciría en la pérdida de miles de fuentes de empleo directos e indirectos en medio de una de las más profundas crisis que se han vivido en la historia del país.
Por otro lado, es importante destacar que no existe un sustento sólido para afirmar que una mayoría de la ciudadanía poblana está en contra de las corridas de toros. La supuesta encuesta en la que se apoyan los grupos animalistas y los regidores que apoyan la prohibición de las corridas de toros en la ciudad de Puebla carece de todo rigor estadístico y de ninguna manera representa el sentir de la población. Dicha encuesta está apoyada en 200 personas que respondieron a un cuestionario sesgado, 200 personas no pueden representar el sentir de toda la población. Así quedó de manifiesto en la sesión de Cabildo del pasado 12 de enero, en la que no se pudo sustentar la viabilidad de dicho estudio y su rigor metodológico.
El debate sobre esta y otras tradiciones debe estar sustentado en argumentos serios y rigurosos. Recordemos que la fiesta brava es una actividad que, de acuerdo con datos corroborados por instituciones como la Secretaría de Agricultura, en 2019 fue generadora, a nivel nacional, de un flujo económico de 6,900 millones de pesos. Creó más de 80 mil empleos directos y 146 mil indirectos y representó más de 800 millones de pesos en materia de impuestos.
Además, con tal de obtener sus ambiciones personales de poderío político, la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, pretende cortar la cabeza a La Fiesta Brava, uno de los sectores que aglutina a infinidad de actividades del mundo rural. Este sería sólo el primer paso para continuar repercutiendo y pisoteando los derechos de la ciudadanía.
Merece la pena mencionar el pobre desempeño de Claudia Rivera Vivanco en el servicio público, al ubicarse en lugar 99 de los 105 principales alcaldes del país, ya que se ha visto inmersa en temas de corrupción, falta de transparencia, inseguridad, carencia de capacidad para gobernar, escándalos en temas mediáticos, subejercicio de recursos, ejercicio de recursos públicos en pro de su familia, total carencia de control del ambulantaje, entre otros. Ahora pretende levantar una cortina de humo en torno a La Tauromaquia para cubrir sus incapacidades.
Es por ello, que la plaza de toros El Relicario y la afición taurina poblana rechazan de manera tajante todas las acciones que Rivera Vivanco se encuentra realizando ante el Cabildo con la intención de prohibir la Tauromaquia en la capital poblana, ya que el fondo real de dicha iniciativa es utilizarla como bandera para promover su carrera política rumbo a la reelección, sin importarle terminar con parte de nuestra cultura nacional y por si fuera poco generar una debacle ecológica en los terrenos que ocupan las ganaderías de toros de lidia.
Recordamos a dicha funcionaria que la fiesta brava es una fuente generadora de empleos, una actividad regulada y que representa una de las tradiciones más antiguas en nuestro país, en esta entidad y en especial en la capital poblana. La Tauromaquia es un derecho para quienes viven, trabajan y gustan de ella.