Atropellada carrera con numerosas caídas fruto de la velocidad
El encierro más rápido de 2015: 2,12 segundos
MARIBEL PÉREZ > Pamplona
Hubo peligro en Estafeta, con un toro arrollando a cuatro mozos y tratando de embestir a uno de ellos pero los toros de Garcigrande corrieron con nobleza y como verdaderas centellas en una carrera rapidísima de tan solo 2 minutos doce segundos, en la que se han visto muchas caídas y atropellos. Así fue el séptimo encierro de San Fermín que han protagonizado los toros de Garcigrande, accidentado, con dos heridos por asta de toro, uno de ellos en el abdomen y otro en una pierna. Se han visto bonitas carreras también, en buena parte debidas a la menor masificación de este lunes, una vez pasado el fin de semana.
De forma tranquila comenzó el encierro en los primeros metros de la Cuesta de Santo Domingo, con la manada muy apretada y los toros corriendo con nobleza sin lanzar miradas ni ningún derrote hacia los lados. Al final de este tramo un toro negro se puso en cabeza y se adelantó con enorme celeridad hasta llegar a Estafeta. El grupo de astados cogió bien la curva aunque uno de los astados resbaló quedando sus patas atrapadas en el vallado breves instantes.
Pasada la curva, el momento de peligro antes referido: aquel toro que había tomado la delantera, rozó primero con sus pitones a un joven de camiseta naranja para después tratar de arrollar a cuatro mozos que estaban apoyados en la pared. Incluso embistió a uno de ellos.
Esa circunstancia hizo que un toro colorao liderara a partir de entonces la manada, que siguió corriendo a gran velocidad ocasionando numerosas caídas de los mozos, como la que se produjo en mitad de la calle Estafeta, muy cerca ya de Telefónica.
Disgregada llegó el conjunto a la Plaza de toros, entrando los toros a cuentagotas en el ruedo. En primer lugar un colorao y uno negro accedieron a los chiqueros y posteriormente los restantes en una carrera que finalizaron a la velocidad del rayo.