La nueva empresa en la que está embarcado Victorino Martín desde hace algunos años, «Los Patablancas«, no está obteniendo los resultados que se esperaban. La corrida que ha lidiado hoy en Madrid el ganadero de Galapagar, ha sido tan complicada como la primera que trajo a Las Ventas hace tres años, para que tomase antigüedad su hierro con el nombre de Monteviejo. Han sido unos toros de bella estampa, muy complicados y que han puesto en serios problemas a sus lidiadores. Toros muy fuertes de patas, con mucha movilidad, pero que se quedaban en los tobillos de sus matadores a partir del segundo muletazo. Además la mayoría han berreado en algunos momentos de la lidia, cosa que dice poco a su favor.
Ante semejante material, han destacado las tremendas ganas de José Ignacio Ramos, que ha saludado sendas ovaciones en su lote, y el oficio de Fernández Meca. Antonio Urrutia ha estado muy desconfiado con sus dos toros.
Ramos, venía esta tarde a Madrid a confirmar que es un torero muy poderoso y que, a pesar de torear poco, está suficientemente preparado para estar en muchas ferias. Cuando se ha abierto de capote con su primer toro, ha dejado claro que tiene mucho valor y que además sabe manejar muy bien el percal, levantando la primera gran ovación de la tarde. Muleta en mano, ha empezado la faena intentando domeñar la violencia del toro, pero en el tercer muletazo por bajo, el de Monteviejo se le ha venido al pecho y le ha dado un fuerte golpe en la mano. A pesar de esto, el burgalés no se ha arredrado y ha peleado con el toro hasta conseguir sacarle algunos muletazos, a un toro que se quedaba corto y pegaba fuertes tornillazos en el embroque. Lo ha matado de una gran estocada y ha saludado en dos ocasiones desde el tercio, ya que no le ha dejado, un sector del público, dar la vuelta al ruedo.
El sexto embestía repitiendo, pero reponiéndose rápidamente sobre las manos. Ramos ha estado muy firme y ha sacado dos tandas por la derecha y una por la izquierda, de mucha entrega. Ha fallado a espadas y ha saludado una nueva ovación.
Fernández Meca ha tenido unos toros muy complicados que echaban la cara arriba y que buscaban al torero. El quinto de la tarde, tardeaba mucho y cuando arrancaba hacia hilo con el matador, poniendo a éste en serios problemas. Después de intentarlo por ambos pitones, lo ha matado con habilidad y ha salido indemne del fuerte trago que ha pasado.
Por su parte, Antonio Urrutia se ha encontrado en primer lugar con un toro que no tenía un muletazo por el pitón izquierdo, pero que por el derecho parecía humillar y desplazarse, aunque no se ha visto bien a ese toro por la desconfianza del mejicano. El cuarto ha sido «un regalo» que, a pesar de ser ovacionado de salida, no ha tenido ni un muletazo.
El público ha pedido a los matadores que colocaran a los toros a larga distancia, para poder ver sus vistosas arrancadas a los montados, y a pesar de ir a los caballos, unos con más tardanza que otros, no todos pelearon con fiereza contra las cabalgaduras, puesto que alguno salió suelto y otros se dejaron pegar. Los que más apretaron fueron primero y sexto.