Video resumen de la faena de Loe Valadez al tercero, en la plaza de Aguascalientes I EMILIO MÉNDEZ
MUNDOTORO > Aguascalientes (México)
Antonio Ferrera se erigió este miércoles en el gran triunfador de la sexta corrida de la Feria de San Marcos. El diestro español puso la guinda a su triunfal temporada en México abriendo la Puerta Grande esta tarde en la Monumental de Aguascalientes, tras desorejar a un enclasado toro de Los Encinos, que fue premiado con el arrastre lento. Le acompañó en hombros Leo Valadez, que refrendó su buen invierno en México cortando una oreja de cada uno de su lote.
Se esperaba con expectación la llegada de Antonio Ferrera en Aguascalientes después de su pletórica campaña americana, con la salida en hombros en La México como epicentro. No desmereció ese interés el extremeño -que se quedó casi inédito con el soso y sin entrega primero- y cuajó de principio a fin al cuarto de Los Encinos.
Un astado al que hizo a fuego lento con el capote para después ligar las tandas por ambos manos a base de temple y torería alargando la almibarada embestida del astado. Personalidad en los remates y con trazo largo los naturales. Se volcó sobre el morrillo y hundió el acero hasta la empuñadura. De efecto fulminante, las dos orejas no ofrecieron discusión. Ni el arrastre lento para un ‘Arriero‘ de nota.
Leo Valadez ha echado buen invierno. Puertas Grandes con vitola como las de Guadalajara y León, orejas en escenarios con caché como La México o Autlán de la Grana… Todas ellas encontraron esta tarde continuidad con otra salida en hombros a las puerta de casa: en su Aguascalientes natal. El hidrocálido no se dejó nada en el tintero y recuperó hasta sus espectaculares tercios de banderillas.
Con estos mimbres y la yerba en la boca, sin perdonar en quites, derrochando variedad y ganas, Valadez supo entender al tercero. Un cárdeno de medido motor, pero mucha clase, al que logró correr la mano en una faena en la que supo poner el poder que le terminó faltando al toro. La estocada, de premios. Otro espadazo le metió al sexto, con el que se lució a la verónica y después llegó al tendido a golpe de natural. Faena de izquierdas a un toro que humilló con clase. De echar los vuelos y enganchar cada arrancada.
Por su parte, Luis David, con el peor lote de la tarde, saludó una ovación del quinto. Poco pudo hacer con el endeble segundo, al que firmó un quite vistoso por zapopinas, con el que acortó las distancias e incluso recibió una voltereta sin consecuencias en un desplantes. En el quinto, con movilidad, pero sin finales, algo desentendido, Luis David mostró firmeza y aplomo, en un trasteo que no terminó de calar en los tendidos. Ovación.
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