ÓSCAR RUIZ «RUAZA»
MADRID (ESPAÑA). La tauromaquia antigua y popular se vive mucho en los pueblos del sur de Francia. Hoy, algunos encierros con vacas como los que existen en Navarra se practican todavía. En Vic-Fezensac (departamento del Gers) y Saint-Vincent-de-Tyrrosse (Landas) las vacas que corren el encierro entran en la plaza de toros. Pero existen numerosos encierros en pequeños pueblos franceses: En Saint-Gilles-du-Gard y Saint-Laurent-d´Aigouze (departamento del Gard) se corren los novillos del festejo que se celebrara por la tarde.
Son numerosos los pueblos en los que se organizan encierros por sus calles. Esta tradición está muy arraigada en los pueblos del sur de Francia, llegando incluso los corredores a pagar cinco francos por correr el encierro en Hasparren, un pueblo del País Vasco Francés.
A pesar de estos festejos, la costumbre de correr el encierro no ha alcanzado un nivel de institución festiva tal y como tiene en España.
No obstante, en Francia hay otras formas de tauromaquia que podríamos calificar de populares o callejeras.
«L´Abrivado»
El Abrivado es la más famosa. La manada, compuesta por cinco o seis toros, llega al pueblo rodeada de unos diez Gardians (peones) que son pastores de ganaderías camarguesas. Todos ellos van a caballo. El juego para los aficionados, consiste en separar a los caballeros de los toros con el fin de que éstos lleguen a escaparse por las calles de la localidad donde no se ha instalado ninguna barrera.
«La Bandido»
Está también La Bandido. Es la vuelta de los toros hacia el campo, que se realiza cuando desde la plaza sale la manada de nuevo hacia las zonas de pasto. Ambas formas de tauromaquia sólo se celebran en pueblos o ciudades pequeñas y no en grandes donde seria mucho mayor el riesgo de perdida. Así sucede en Lunel, Mauguio, Beaucairé y Saintes-Maries-de-la-Mer.
Lors de la course camargaise, encore appelée «course à la cocarde» ou «course libre», le taureau n´est pas mis à mort.
La cocarde est un bout de tissu rouge fixé au milieu du frontal du taureau par une ficelle qui va d´une corne à l´autre et s´enroule plusieurs fois autour de chaque corne. A la base de chaque corne est également fixé un gland (pompon) de laine de couleur claire.
Le jeu consiste à enlever, durant un temps limité (15 minutes généralement), les «attributs» du taureaux. Les razeteurs, vêtus de blanc et munis d´un crochet, s´élancent à tour de rôle vers la bête et tentent d´arracher la cocarde puis les glands et enfin les ficelles. Chaque prise est récompensée par une prime qui s´élève au fur et à mesure comme une enchère. Le montant de la prime est fixée selon la valeur du taureau.
Lorsqu´un razeteur a été particulièrement hardi, ou bien que le taureau a bien suivi l´homme, le jury joue l´introduction de l´opéra Carmen de Bizet.