El grave percance que sufrió Joselito con el toro que abría el festejo dejó en un improvisado ‘mano a mano’ el cuarto festejo de la feria de Nimes.
El Juli y Juan Bautista estuvieron muy por encima de las condiciones de los toros de Domingo Hernández, de buena lamina, mansotes en el caballo y que no rompieron en el último tercio, resultando algunos muy sosos.
El mejor fue el cuarto, que embistió repitiendo. Muy variado con el capote, Juan Bautista empezó su faena de rodillas y consiguió un trasteo entonado, a base de un meritorio esfuerzo, rubricado con una estocada en la suerte de recibir, que le valió una oreja. El francés se había mostrado aseado con la muleta frente al segundo que pinchó. Consiguió algunas tandas de buen gusto del último de la tarde, otro toro noble pero con poca transmisión, tumbado de una estocada al primer intento.
El Juli se las entendió primero con el toro que había cogido a Joselito, al acabar la suerte de varas. Lo sometió y lo embarcó en varias tandas de buena factura, rematando con una estocada sin puntilla. Con el tercero, logró Julián un espectacular tercio de banderillas, de poder a poder, y una faena muy decidida, pero las condiciones del toro, muy tardo, no le permitieron ligar las tandas. Lo mató de una estocada de rápido efecto, y cortó la oreja. Lo mejor de la tarde vino con el quinto, un toro que no se entregó y que se inventó el torero en una faena de puro valor, muy centrada, rematado de un formidable estoconazo. Hubo una fuerte petición de segunda oreja y una bronca al presidente por no concederla, cerrándole de esta forma la famosa Puerta de los Cónsules. Al final, El Juli fue paseado en hombros.
«Una puerta grande con solera»
Por la mañana, Paco Ojeda ha formado un alboroto en Nimes en la tercera corrida de feria, en la que toreaba en ‘mano a mano’ con Manuel Benítez ‘El Cordobés’, que se despidió del publico francés.
Con mucho calor y media entrada, se lidiaron seis toros de Juan Pedro Domecq, terciados pero que fueron bravos y que dieron un estupendo juego. Al segundo, Presumido, número 148, castaño bragado girón, de 490 kilos, se le dio la vuelta al ruedo.
El Cordobés anduvo con mucha voluntad y ganas de triunfar y se llevó el recuerdo de la afición francesa.
Paco Ojeda cuajó dos grandes faenas en sus dos primeros toros, la primera por tandas y muletazos largos, la segunda en un estilo más encimista, y los dos toreros fueron paseados en hombros al final del festejo y salieron así por la Puerta de los Cónsules en un ambiente algo triunfalista. El balance de los toreros es el siguiente.
Manuel Benítez ‘El Cordobés’: una oreja, ovación con saludos y vuelta al ruedo tras un aviso; Paco Ojeda: una oreja, dos orejas y vuelta al ruedo.