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Poco por no decir nada pudo hacer Pepín Liria ante su inválido primero. Volaban las almohadillas como señal de protesta ante la autoritaria decisión del Presidente de mantener al toro en el ruedo, haciendo inútil el esfuerzo del torero de Cehegín por tratar de mantener en pie al toro de El Romal. Un pinchazo y una estocada baja dejaron al toro para las mulillas.
De forma animosa recibió Dávila Miura a su primero, con una larga cambiada y chicuelinas hasta rematar en los medios. En el tercio de muleta sostuvo en pie a su oponente en una larga faena con escasa transmisión. Cobró una casi entera desprendida siendo silenciada su labor.
Jesús Millán ahorró capotazos en el primer tercio, para iniciar la faena con un péndulo de Arruza y posteriormente pasar al toro por ambos pitones en largos y mandones muletazos. Finalizó con adornos de rodillas y pasaportó al burel de un pinchazo hondo en los rubios. El palco no atendió la petición de oreja, quedando el premio en una vuelta al ruedo.
Pepín Liria porfió en el cuarto, ante el que se dio un arrimón, en terrenos cercanos a tablas. Mató de un estoconazo contrario, saliendo trompicado sin aparentes consecuencias. El público de Gijón, que tanto le quiere, le hizo salir a saludar.
El quinto toro peleó bien en varas, y posibilitó el lucimiento en banderillas. Lo brindó Dávila Miura a los areneros en reconocimiento a su labor, pues tras las lluvias nocturnas y matinales dejaron el ruedo en buen estado. Sobresalió su labor por el pitón izquierdo obteniendo largos muletazos. Dos pinchazos previos a una media estocada redujeron el posible premio a una fuerte ovación.
Jesús Millán toreó despacio y con gusto por verónicas al sexto. Tras cumplir el toro en varas, el de Garrapinillos hizo lo mejor de la tarde. Muletazos largos y de buen trazo que gustaron al respetable que pobló la mitad de los tendidos de El Bibio. Se gustó en remates y cites, finalizando con dosantinas y muletazos genuflexos. Cuatro pinchazos previos a una entera caída le redujeron el premio a unas tibias palmas tras escuchar el único aviso de la tarde.