JOSÉ MIGUEL ARRUEGO
Madrid (España). Jiménez Fortes por concepto y Raúl Riverapor carácter han protagonizado las notas más destacadas de la cuarta novillada del año, en la que ambos han sufrido aparatosas volteretas y podían haber tenido mayor premio de no fallar con la espada. Se ha lidiado una novillada desigual de Nazario Ibáñezcon la que Luis Miguel Casares ha pasado inadvertido.
Saúl Jiménez Fortesmalogró una interesante faena a su primer novillo, un animal con calidad pero que embistió con cierta descoordinación entre sus cuartos delanteros y traseros. Fortes, quien ya ratificó su buen manejo del capote en un primer quite por chicuelinas, ha dejado muletazos con gusto en una labor que no pudo ser redonda por la condición del de Nazario Ibáñez. Cerrando faena, el malagueño se lo ha pasado tres veces por la espalda antes de un estético epílogo a dos manos.
El quinto fue el novillo más completo y el malagueño lo lanceó con elegancia y exquisitez, meciendo el capote con despaciosidad. La faena de muleta, al igual que la anterior, no fue redonda pero contó con muletazos muy expresivos. Quizá su disposición por triunfar le llevó a ahogar al animal, que pedía más sitio. Cerró nuevamente con gusto por alto a dos manos pero la espada volvió a fallarle y fue aplaudido.
Raúl Riveraha tirado de carácter y de las ganas de querer abrirse camino en el sexto. Con la mano derecha le ha buscado las vueltas al manejable pero desclasado animal que cerró sexteto y con vibración ha llegado a la gente. Tras estocada ha tenido que decabellar y ha dado la vuelta al ruedo tras petición y aviso.
En su anterior turno fue prendido en el embroque del tercer par de banderillas, a la altura del Triángulo de Scarpa. El animal de Nazario Ibáñezle provocó un golpe violento y le rompió la banda de la taleguilla. A pesar de ello, el joven espada se rehizo para elaborar un trasteo que tuvo el argumento de su capacidad para dejarle la muleta puesta al utrero y tirar de él. Los puntos que ganó con la muleta los perdió, por contra, con el acero y fue silenciado. Finalizada su labor pasó a la enfermería por su propio pie donde fue atendido de erosión en su pierna e hipocondrio derechos.
Abrió plaza Luis Miguel Casares, que anduvo mucho tiempo delante de un novillo apagado desde los primeros instantes sin lograr respuesta del tendido. Por los mismos derroteros de extensión y escaso eco transcurrió su labor ante el manso y exigente cuarto.
Plaza de toros de Las Ventas. Con alrededor de un cuarto de plaza en tarde lluviosa se han lidiado novillos de Nazario Ibáñez, serios y con distintas hechuras y de juego variado, con calidad pero descoordinado el segundo, manejables el tercero y sexto y más completo el quinto. El primero que duró poco y el cuarto, más reservón, de menos opciones. Luis Miguel Casares, silencio y silencio tras aviso; Jiménez Fortes, silencio tras aviso y palmas tras aviso y Raúl Rivera, silencio tras aviso y vuelta al ruedo tras petición y aviso.
Parte médico de Raúl Rivera: Durante la lidia del cuarto: contusión con erosión en pierna derecha e hipocondrio derecho. Pronóstico leve.
FOTOGRAFÍAS: ÓSCAR RUIZ ‘RUAZA’