La mayor muestra de valentía es ver a un gran hombre luchar contra la adversidad. Como decía Séneca, «no hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba». Es en los momentos más difíciles, cuando la grandeza de la gente sale a relucir. El paso de novillero a matador de toros nunca es fácil. Muchos se ha visto relegados al ostracismo. Si ese momento llega con una pandemia, la situación se complica. El resultado: crecer mentalmente y físicamente. Los resultados llegarán.
‘No hay tiempo para las penas, es un momento para crecer’, asegura el matador de toros Jorge Isiegas, que tomó la alternativa en la Feria del Pilar de 2019. Un cambio de por sí duro, que la pandemia ha agigantado. ‘Si ahora sólo pienso lo que podía haber toreado y en los sitios donde estaba anunciado, me estoy centrando e cosas que no son ya importantes porque ya es pasado. Hay que ser conscientes de la situación y ser realista con uno mismo. Las cosas van a llegar cuando tengan que llegar, el trabajo y camino que hay detrás está hecho’, sostiene.
‘Contra las adversidades hay que crecer, aislarse y seguir para adelante y saber lo que quieres conseguir’
Las adversidades de la vida valen para conocer la propia fuerza que el ser humano posee. Crecer en tiempos difíciles, no sólo es un triunfo, sino un ejercicio de madurez. ‘Este año no es un tiempo perdido. Al final, cuando la situación se arregle, si lo que depende de ti lo has hecho, habrá servido para sacar algo positivo en circunstancias muy a la contra. Esto ha cambiado nuestra forma de ser, de entrenar y de prepararnos. Contra las adversidades hay que crecer, aislarse y seguir para adelante y saber lo que quieres conseguir’, asegura.
La situación obliga a reinventarse. Jorge Isiegas es matador de toros, pero la situación le ha obligado a buscar otras salidas profesionales. La Universidad y el trabajo forman parte de su día a día. ‘Cuando a lo largo del día estás haciendo cosas que no son las que sueñas, disfrutas más los momentos de entrenamientos. Ahí es donde yo me siento libre y feliz conmigo mismo’.

Nunca es fácil dar el salto al escalafón superior. Numerosos han sido los nombres de novilleros triunfadores, que se han visto alejados de las grandes ferias una vez que han tomado la alternativa. Ese escalón se agiganta en una situación como la actual. Dos corridas de toros es el escalafón de Jorge Isiegas. Una dura prueba en tiempos difíciles. ‘Los toreros debemos estar preparados y mentalizados los 12 meses del año y las 24 horas del día. Sabes que en cualquier momento puede surgir y llegar la oportunidad que tanto deseamos. Para ello, lo importante es que te pille mentalizado y preparado’.
‘No obstante, el toreo es tan complicado que donde más evolucionas y desarrollas es delante de la cara del toro. Es cierto que se nota, por ejemplo, si es la primera corrida de toros de la temporada, cuando uno lleva un año sin torear, cuando, en mi caso, es más complicado ir al campo, los recursos son más limitados… Al final, la carrera de cada matador y cada novillero es muy distinta y pasa por muchas circunstancias y por momentos difíciles’.
‘Esa presión de jugártelo todo a una carta, de no torear, de tener una cita importante en la que te juegas mucho no es algo que me pilla de nuevas’
‘Por suerte o por desgracia, de novillero ya me he visto sin torear mucho o en la situación de ir a plazas como Madrid con poco rodaje para arreglar mi temporada. Entonces, esa presión de jugártelo todo a una carta, de no torear, de tener una cita importante en la que te juegas mucho no es algo que me pilla de nuevas. Es verdad, que notas más esa presión de torear con las figuras, de la repercusión que tiene una corrida televisada en mi caso… Te mentalizas que hay días a lo largo de una vida y de una carrera en los que uno no puede fallar’, afirma.
DOS CORRIDA DE TOROS: ÚBEDA COMO ÚLTIMO AVAL DE JORGE ISIEGAS
Zaragoza y Úbeda. Cerca de 365 días separan las dos corridas de toros que ha toreado Jorge Isiegas. De por medio, un pandemia. Para el futuro, las sensaciones con las que el diestro maño pisó ambas plazas. ‘De la corrida de Úbeda, sin ser una tarde soñada, saqué un balance positivo. Había muchas cosas que superar mentalmente: no vestirme de torero en un año, apenas haber tenido recursos para prepararme en el campo, compaginar el trabajo con torear… Muchas cosas que conseguí superar con una corrida que no terminó de ayudar. Creo que dejé una ventana abierta a que la gente me quiera volver a ver y generar esa ilusión a la gente que siempre está creyendo en mí’, sostiene.

La corrida de Úbeda entraba dentro de la llamada Gira de la Reconstrucción. En dicha ocasión, Jorge Isiegas compartía cartel con Paco Ureña, con toros de Daniel Ruiz. ‘La Gira de la Reconstrucción ha sido una idea muy acertada, con mucho trabajo por detrás y que ha conseguido salvar un mínimo la temporada y que la situación no haya sido más catastrófica de lo que ya por sí ha sido. Se van a recaudar fondos de cara al año que viene por si la situación no mejora, poder dar festejos. Además, es de agradecer que se cuente también para esta iniciativa con los toreros jóvenes y los más humildes. Dar a conocer toreros nuevos es fundamental porque el día de mañana ellos tienen que ser los que ocupen el puesto de las figuras actuales en las grandes ferias y van a tener que tirar de carro el día de mañana’, asegura.
PABLO SAUGAR ‘PIRRI’, MÁS QUE UN APODERADO PARA JORGE ISIEGAS
‘Pablo es la persona más exigente que me he encontrado en el mundo del toro y es algo que agradezco. Aquí la coba no viene bien a nadie’
Durante este tiempo, Pablo Saugar ‘Pirri’ se ha convertido en el viajero más íntimo con el que Isiegas camina paso a paso en busca de los triunfos. ‘Pablo es la persona más exigente que me he encontrado en el mundo del toro y es algo que agradezco. Esa exigencia viene muy bien porque si hay alguien cree en ti, te va a exigir. Aquí la coba no viene bien a nadie. Hablamos mucho de toros, me aconseja lo que debo hacer y lo que no, incluso en los entrenamientos me canta cuando algún muletazo no le he dado sintiéndome. Es más que un apoderamiento al uso, pasamos mucho tiempo juntos y me aporta cosas muy buenas porque compartimos la forma de ver el toreo’.
En el recuerdo, un mes de octubre sin Zaragoza, sin pisar la plaza de toros de La Misericordia. ‘No torear en Zaragoza es lo que más he echado de menos. He podido torear tres tardes como novillero y el día de mi alternativa, puntuando en todas ellas. Desde el primer quite que hice, la gente me acogió de una manera espectacular y en el día de mi alternativa pude ver a mis paisanos muy involucrados conmigo. Tengo mucho cariño a Zaragoza y estoy muy comprometido con mi tierra. Ojalá que todo se acabe pronto y pueda volver a pisar su plaza’, concluye.
