Pertenece a la “generación total” de los españoles que vivieron, trabajaron y produjeron para España desde la posguerra. José Luis Lozano, empresario, ganadero y apoderado histórico y una de las mentes más y mejor amuebladas. Un referente de experiencia y talento, aborda con Mundotoro todos los aspectos que el toreo debe afrontar en el futuro próximo. Si hablamos de una guerra, José Luis Lozano sabe qué es la posguerra. El campo y su terrible estado lo sufre en propia carne. Conoce los resortes de la política, los errores de una sociedad de espaldas al campo y mantiene esperanza en el toreo desde la unidad y el sacrificio y el trabajo. Si algún tema se queda fuera de la entrevista, es que no es relevante.
Pregunta: Lo obligado es comenzar por el confinamiento, ¿cómo está llevando estos días largos de aislamiento?
Respuesta: ‘Primero, he de decir que soy un privilegiado. Estar en el campo es de privilegiados ahora mismo. Porque el cuidado es máximo, el contacto es mínimo y, además, puedes seguir trabajando. Las rutinas de convivencia no existen, lógico, pero he de reconocer que seguro que otros lo están pasando mucho peor. En el ámbito rural hay menos gente, un tema a reflexionar, y se vive la tragedia sabiendo sus dimensiones, es terrible, inimaginable. Pero es lo que toca’.
‘Los ganaderos ya hicimos un gran esfuerzo en la crisis, ahora nos toca de nuevo’
P: Pero usted no se fue al campo, a su chalet, usted estaba en el campo, al lado del toro, como tantos días del año, no es un “fugado», quede claro.
R: ‘Por descontado, claro. Con un añadido, que aquí, dentro de este privilegio que, insisto tengo, sabes de primera mano el gran problema, el terrible e inesperado problema que se les viene encima a los ganaderos, me incluyo, claro. Un problema que debemos de resolver aquí y ahora con medidas drásticas. Los ganaderos ya hicimos un gran esfuerzo en la crisis, ahora nos toca de nuevo. Puede que en la crisis económica fuera necesaria esa reducción por muchas razones, ahora era absolutamente innecesaria porque las ganaderías ya habían comenzado a encontrar su camino tras el trabajo de después de la crisis económica’.
P: Abusando de su paciencia, vamos a intentar hacer un repaso a todos los temas que están surgiendo en medio de la crisis sanitaria que nos tiene a todos detenidos. Se está haciendo referencia a la palabra “guerra” y, por tanto, habría una “posguerra”. Usted la vivió y creció profesionalmente en ella, el después de la Guerra Civil. ¿Cómo se recuperó España y el toreo?
R: ‘Recuperar no, fue una reconstrucción. La guerra había destruido literalmente al país, y, por lo tanto, lo que nos tocaba hacer era reconstruir España, así de claro, todos y todos los días. Y al mundo del toro le tocó lo mismo, date cuenta que en unos tres años, apenas se dieron un puñado de corridas. Pero la gente fue consciente de esa situación. Trabajaba muchísimo, en los pueblos, en las ciudades… y, además, con alegría. Esto es importante. Tenía ganas de vivir, de medrar, de progresar. No recuerdo tristeza sino esfuerzo y alegría, es curioso, pero fue así. Ganas de vivir, de trabajar, de divertirse, y la gente se esforzaba de la misma manera que podías escuchar a la gente cantando en su trabajo, era como una gran obsesión por construir las cosas. Había esperanza. Eso es lo que había. Esperanza por construir el país, esperanzas personales, y se fue construyendo y el toreo también. Porque la gente tenía ganas de vivir, de ir a los toros. Claro que se pasó necesidad y hambre, pero con esperanza de no pasarla, de salir, de vivir’.
‘Lo principal, desde mi punto de vista, es que debemos ya estar trabajando para el año 2021, que va a ser muy duro y debemos tratar de anticiparnos’
P: ¿Y qué nos toca hacer hoy, con la gente de hoy y en la España de hoy?
R: ‘Es muy difícil pronosticar. Tenemos un “lío” muy gordo en el país, bueno, en el mundo. Pero hemos de ser conscientes de que, antes o después, nos va a tocar hacerlo, reconstruir. ¿Reinventarse?, pues también. Es una realidad, esto es un antes y un después y con ese espíritu hemos de afrontarlo. No es hablar por hablar, es un antes y un después’.
P: Vamos al toro, entonces, a cómo reconstruirlo, cómo reinventarlo. Tenemos una mirada, lógica, en este año, pero el futuro es más allá.
R: ‘Se reconstruye, primero, siendo todos conscientes de lo que nos está pasando y lo que vendrá. Conscientes y consecuentes. Respecto a este año, siendo realistas y manteniendo siempre la esperanza, que es un elemento esencial, podríamos dar el año como un año en blanco. Si hay mucha suerte, mucha, podremos celebrar de forma casi residual algo en septiembre, en octubre… pero lo principal, desde mi punto de vista, es que debemos ya estar trabajando para el año 2021, que va a ser muy duro y debemos tratar de anticiparnos. El síndrome del virus va a estar ahí. Por tanto, pensar en este año, sí, pero pensar en el año que viene y en los demás, trabajando ya‘.
P: Unidos, claro. Puede que este sea el test definitivo para una unidad real, sin ficción alguna.
R: ‘Hombre, es que las circunstancias lo exigen de forma clamorosa, ahora la unión no es una opción, es una necesidad total. Es una exigencia, sin ella vamos mal. Aquí lo que toca es remar todos juntos, pero esta vez de verdad. Y, además, que quede claro, esto se salva si vamos a buscar al problema, si esperamos sentados a que nos llegue, mal asunto‘.
‘Ahora la unión no es una opción, es una necesidad total. Es una exigencia, sin ella vamos mal’
P: Vamos a abordar los componentes y costes del espectáculo. Los pliegos de condiciones han sido un lastre en las ultimas décadas. Y respecto a la unidad, incluso cuando ANOET aconsejaba que no se licitara por estar delante de un pliego abusivo, siempre había un solidario que se presentaba.
R: ‘Y así ha ido. Y así ha sido con los pliegos de condiciones, que, sin duda, han provocado gran parte del deterioro que teníamos, porque este momento horrible nos pilla aún si curarnos del todo de la crisis anterior, de los efectos de los pliegos. Los que aún están vigentes, deben de ser revisados todos y cada uno de ellos en cada plaza, por cada propiedad ya sea Diputación, Comunidad, la que sea. Han de ser conscientes esas propiedades como lo están siendo con otros sectores y ámbitos. Y los que vayan a salir, han de ser muy a modo con esta nueva realidad. Eso es esencial y el sector tiene que trabajar en cada administración y en cada pliego que salga en la misma dirección. ANOET debe de trabajar con el apoyo de todos los sectores en esta dirección, es algo en los que nos va la vida’.
P: Vamos con los honorarios, sobre todo de las figuras, no sé si, como norma general urgente, bajar los honorarios.
R: ‘Vamos a ver, decía que hemos de ser conscientes y consecuentes. Por lo tanto, todos hemos de apretarnos el cinturón y habremos de hacerlo en la medida que nos exija cada día de esta nueva etapa. Pero no podemos comenzar la casa por el tejado. Vamos a hacerlo de forma estructurada, primero, como hemos dicho, los pliegos de condiciones. Las normativas, los impuestos… revisar toda la base de cómo estamos comenzando a trabajar, pliegos de ahora, los que salga… y luego, está el mercado para decirnos qué facturamos y cómo se ha de repartir
de forma justa, equilibrada. Ese es el arranque, e ir viendo día a día qué tenemos y como repartir lo que se tiene, pero de forma estructurada, trabajando mucho, y siendo todos consecuentes’.
‘El mundo del toro no es más que otro, pero no puede ser menos que los otros y sus reclamaciones económicas son justas. Este es un mundo que toca a muchos sectores’.
P: Por tanto, sentar las bases originales de los costes, pliegos por supuesto, ajustarlos a la realidad y, también, buscar ayudas. No regalos, ayudas como cualquier sector paralizado.
R: ‘Por supuesto. El mundo del toro no es más que otro, pero no puede ser menos que los otros y sus reclamaciones económicas son justas. Este es un mundo que toca a muchos sectores. Si hay ayudas a la ganadería o a la agricultura, ahí están los ganaderos de bravo viendo cómo un toro que ha estado criando cuatro o cinco años ha de ir al matadero. Los ganaderos, que de nuevo van a tener que hacer un sacrificio histórico. Somos un sector cultural, y si hay ayudas a la productividad de la cultura, ¿por qué no a la del toreo? No somos mas que nadie, pero no somos menos que ninguno. Y los sectores y asociaciones han de apoyarse en las demandas, como un sector. Los ganaderos, ANOET, los toreros, los banderilleros, reclamando lo que es justo y lo que se está concediendo en otros sectores’.
P: Bueno, otros sectores como el del cine tienen a sus pesos pesados, los actores más reconocidos, en primera fila de demanda, exponiéndose a diario, y con sus efectos positivos, claro. No sé si los toreros de primera fila hacen lo mismo, algunos, pero pocos.
R: ‘Pues no es momento de ser pasivos, la verdad. Yo dije en su día que cuando pasamos a Cultura, debíamos de seguir el guion de la gente del cine que ya desde que formaron antaño su Sindicato, siempre que había un problema, salían los pesos pesados… No estamos para ser pasivos, la verdad. Pero retomando el tema de las ayudas, las que sean coherentes, justas y un derecho, han de concederse. Mira, un ganadero paga también el 21% de IVA, hay impuestos y costes desmesurados… y es el momento de pedir que haya un cambio que se transforme en ayuda para que el sector crezca y sea productivo. Es una medida buena para quien recauda y para quien trabaja’.
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