Preciosa novillada de San Martín, con novillos bien hechos, demasiado castigados en varas y que por eso, salvo el segundo, resultaron apagados en el último tercio.
César Jiménez ligó por fuera templadas tandas de muletazos con el dulce novillo que abría plaza, pero se lió a pinchar y sus buenas maneras fueron premiadas con una ovación. Al cuarto, que se quedó muy corto y apagado en la muleta por el duro castigo, lo aguantó con firmeza en un trasteo encimista. Esta vez enterró la espada y acertó a la primera con el verduguillo y fue otra vez ovacionado.
El segundo novillo lució una casta agresiva y protagonizó un espectacular tercio de varas, siendo muy ovacionado el picador Miguel Ángel Herrero. La lidia fue premiosa, con infinidad de capotazos e Iván García cumplió con las banderillas. El novillo metió la cara en la muleta, con el defecto de salir suelto de los engaños y el joven madrileño no se acopló con él. Con el quinto, de peores condiciones, se le vio muy asustado y como falló con los aceros, el público se enfadó.
El francés Julien Miletto no pudo lucirse con el manso sobrero de María Luisa Domínguez, pero logró centrarse en varias tandas muy templadas con el último novillo de la mañana y como lo mató a la primera, cortó la única oreja del festejo.