GERMÁN D’JESÚS CERRADA/MUNDOTORO
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Caracas (Venezuela). Mariana Sánchez García es mexicana, tiene veinte años y estudia Historia en la Universidad Nacional Autónoma de México. Aficionada a los toros desde pequeña, quiere ser torero. ¿Por qué su caso es especial? Porque Mariana nació ciega. La afición de Mariana llegó del modo más inesperado. Hace algunos años, su familia estaba viendo la retransmisión de una corrida de toros. A ella le desagradaba la muerte del toro, pero siguió escuchando la corrida hasta el final. ‘Me enamoré de los toros. Ahora digo: qué bonita es la faena del torero con el capote y la muleta’.
Su guía en todo momento ha sido su madre, María Natividad. Ella es quien ha explicado a Mariana los detalles del toreo y ella es quien la ha llevado a la plaza de toros: ‘Ella es quien me ha llevado a todas las corridas que he ido. Cada Temporada Grande, voy a alguna de las corridas’. Su madre es también quien le ha explicado a Mariana cómo ejecutar los lances y los muletazos. Porque ella torea y maneja tanto el capote como la muleta: ‘Mi madre me enseñó cómo es la verónica y la gaonera, luego yo por mi cuenta practico con el capote y la muleta, cada vez que lo hago quiero torear más y más’.
‘Cuando tomo el capote o la muleta’, explica Mariana, ‘siento mucha adrenalina. Creo que me estoy enfrentando a un toro de verdad. Son miles de sensaciones y emociones que se mezclan para hacer el toreo, me gusta mucho torear y que la gente disfrute, tanto como yo, lo que hago’. Toreó su primera becerra en la plaza de toros de Atitalaquia, en el Estado de Hidalgo. Pero también ha toreado en las plazas de Atitazán de Zaragoza, El Paseo de San Luis Potosí y en El Cortijo El Brecó, de Texcoco. Seguirá haciéndolo: el próximo sábado en Atitalaquia, donde toreó por primera vez y el 2 de mayo en El Brecó.
A pesar de sus dificultades visuales, Mariana sueña con vestirse algún día de luces y formar parte de un cartel. Mientras tanto, sigue disfrutando su afición y admira a Juan Pablo Sánchez, Arturo Saldívar y Juan José Padilla: ‘Me gusta de cada uno de ellos su temple, su personalidad. Son carismáticos y además son humildes’.
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