PLATERITO
ZARAGOZA (España). Muchos años han pasado desde que Ramón de Pignatelli decidiera construir el coso de La Misericordia de Zaragoza, en 1764. Poco a poco se fue remodelando, hasta que en 1918 se le dejó con su actual aspecto, pero sin cubierta. Los tiempos han cambiado mucho y las necesidades de los espectadores también, todo ello en base a una mayor comodidad.
Zaragoza y su circo taurino fueron pioneros en cubrir en 1988 su plaza, de forma parcial, hasta llegar a 1990 y cerrarla totalmente, bajo la iniciativa de Arturo Beltrán.
En estos momentos, sobre la mesa del Presidente de Diputación de Zaragoza, Javier Lambán, están varios proyectos para restaurar los tendidos y varias dependencias. En días pasados fue derruida la antigua enfermería, para dotar al recinto de una nueva, teniendo anexa una sala de prensa y un museo taurino.
Las obras tienen un montante económico de 80 millones de pesetas y doce más para instrumental.
La parte de obra más compleja es la concerniente a la restauración de los tendidos, para que éstos tengan una mayor comodidad, motivo por el cual se perderán un mínimo de 1.600 localidades, todo ello en función del proyecto que sea seleccionado.
La restauración tendrá varias fases, puesto que se pretende seguir dando los espectáculos taurinos de la temporada.
Los 12 años transcurridos desde la colocación de la primera parte de la cubierta móvil, junto a la inclemencias metereológicas, hacen que se tenga que cambiar el teflón y para ello se cuenta con una partida presupuestaria de 32 millones.
También está previsto modificar el picadero, pero lo que parece menos probable, es la puesta en marcha de la extracción de humos, algo necesario, pero al parecer muy complicado.