
LUCÍA MARTÍN
Valladolid (España)Buen toreo y raza de Morante con un toro manso. Talavante se dejó atrás una puerta grande con la espada. Morante de la Pueblacortó una oreja de un manso de Las Ramblascomo premio a una faena de raza y pundonor aderezada con detalles de su asolerada tauromaquia en Valladolid. Con el deslucido quinto se estrelló en una tarde en la que el diestro extremeño toreó muy bien pero mató mal perdiendo el triunfo. Se lidió una variada corrida de Las Ramblas en la que Uceda Leal, que sustituía a Cayetano, se llevó un lote nada propicio que terminó refugiado en tablas con el que sólo pudo dejar algunos detalles.
Morante de la Pueblatoreó a la verónica con su personalísimo concepto de tauromaquia antigua al manso segundo, que se partió la baina del pitón derecho al rematar en un burladero, lo que fue censurado por el público. Morantesuplió las carencias del animal con raza, pundonor y mucha torería, especialmente en los remates marca de la casa de sabor añejo, lo que cautivó al respetable, que le premió con una oreja después de que el sevillano matara de estocada desprendida.
El quinto fue un toro flojo y sin raza. Morante siempre quiso que la faena rompiera hacia delante, consiguiendo muletazos de sabor en una labor que se diluyó debido a la deslucida condición de la res. incluso desde el tendido un espontáneo se arrancó por bulerías, aunque no hubo ocasión de lucimiento. El sevillano mató de una estocada contraria y ligeramente atravesada y fue aplaudido por su entrega.
Alejandro Talavantetoreó muy bien pero mató mal en ambos toros. Primero perdió las orejas del buen tercero con la espada. El extremeño construyó una faena maciza de principio a fin. Muy torero el inicio, Talavante dejó series con la derecha con mucho temple. Ya al natural toreó con enorme profundidad y temple llevando siempre muy toreado al toro de Las Ramblas, que tuvo calidad. Sobresalieron un cambio de mano eterno y los pases de pecho de pitón a rabo. El epílogo con manoletinas cerró un completo trasteo que malogró con la espada: Dos pinchazos, media estocada y un golpe de verduguillo. El público le premió con una ovación con saludos como reconocimiento.
El quinto fue un toro exigente que transmitía cuando se le hacías las cosas bien por abajo. Talavante tuvo que tragar con un ejemplar que tuvo emoción en su embestida en una faena de menos a más. Lo mejor fue una tanda con la derecha muy embraguetado. Pero lo estropeó todo de nuevo, con la espada, perdiendo el premio.
Uceda Lealno tuvo un lote propicio. Con el primero se gustó a la verónica en un templado saludo rematado con una buena buena media para luego sacar al toro hacia los medios en un inicio de muleta muy torero. La faena estuvo condicionada por la mansedumbre del animal, que se rajó en la segunda tanda. Embistió con calidad el toro en las dos primeras series, queriéndolo todo por abajo hasta que buscó refugio en tablas. Uceda aprovechó la querencia del toro para plantarle cara en la corta distancia en un cierre de mérito. Mató de pinchazo y estocada y recogió una ovación con saludos.
El cuarto tenía nobleza y buen son pero se rajó pronto. Uceda, que brindó la muerte de este toro a Pío García Escuderoy Javier León de la Riva, alcalde de Valladolid, lo toreó bien obligándolo mucho, pero ya en la tercera tanda el astado huyó a las tablas. El madrileño hubo de seguir la faena en ese terreno sin que pudiera lograr levantar el trasteo, que remató de un espadazo.
Plaza de toros de Valladolid. Dos tercios de entrada. Toros de Las Ramblas, bien presentados en líneas generales y de juego desigual. Destacó el noble tercero, que fue aplaudido en el arrastre. Uceda Leal, que sustituía a Cayetano, saludos en su lote; Morante de la Puebla, oreja y palmas; y Alejandro Talavante, saludos y ovación.
FOTOGRAFÍA: JAVIER ARROYO