La tarde de hoy se partió en dos después del percance de Hermoso de Mendoza -a la derecha- en el tercer toro, cuando resultó prendido al intentar clavar un rejón de castigo sobre Labrit. En ese momento, el toro cogió de lleno a caballo y caballero y lesionó al jinete navarro, que tuvo que pasar a la enfermería y no pudo continuar la lidia.
Había comenzado el festejo con una faena templada, armónica y perfecta de ejecución de João Moura, que entendió perfectamente la embestida de un toro al que le faltó transmisión. Tererísimos y templados los tres caballos con los que actuó, Bohemio, Belmonte y Oasis.
El portugués intentó levantar el ánimo de la tarde con el toro que lesionó a Hermoso de Mendoza, pero la frialdad se había adueñado del público que llenaba los tendidos.
Con el quinto, un toro distraído y que siempre embistió con la cara arriba, realizó una vibrante actuación sincronizada, con ritmo y con mucha emoción. Destacó montando a Horizonte, con el que realizó unos quiebros perfectos y ajustadísimos. Lástima que no acertara con el rejón de muerte, pues tenía asegurada una oreja y abierta la Puerta Grande.
A Leonardo Hernández le traicionaron los rejones de muerte. A su primero, un toro de embestida descompuesta, le realizó una faena de mucho mérito, aunando en ella la pureza y el espectáculo y demostrando su oficio y su técnica.
A su segundo, un toro difícil por los cambios de ritmo en su embestida, le dio todas las ventajas, pero los caballos nuevos del rejoneador cordobés, que hoy debutaron en Las Ventas, acusaron la falta de experiencia.
Con el que cerró plaza se quitó la espina cortando una oreja tras realizar un gran esfuerzo. Con el toro emplazado y totalmente parado, Leonardo Hernández se sintió en una faena muy templada, haciendo muy bien las suertes y clavando banderillas perfectas de ejecución. Repitió los tres caballos que sacó en su primer toro: Napoleón, Lagos y Capote, y los tres brillaron a gran altura.
La corrida comenzó y terminó con orejas, aunque en su mitad hubo un borrón negro que dividió en dos el festejo.
Todos los aficionados echarán en falta la presencia de Hermoso de Mendoza en San Isidro.
FOTOGRAFÍA: RAQUEL SOPEÑA