ENRIQUE ROMERO
MÁLAGA (ESPAÑA). Más de tres cuartos de plaza. Toros de Partido de Resina en general bajos de raza, esta ganadería volvía al ruedo malagueño después de diecisiete años de ausencia.
También regresaba al ruedo de la malagueta el diestro Dámaso González que apechó con el peor lote. En su primero un toro muy mirón de embestida suave pero que no se entregaba nunca Dámaso logró una faena de escasa vibración con muletazos sueltos de poca profundidad, mató de estocadas traseras y dos descabellos. Silencio. En su segundo toro tampoco pudo hacer nada. El astado fue manso y con peligro. Daba arreones y siempre llevaba la cara alta. El diestro lo macheteó con la muleta y como tardó mucho en matar hubo protestas del público.
Rivera Ordoñezse encontró con un toro noble cuyo único defecto fue que terminaba el viaje levantando la cara. El torero logró tandas de redondos largos y templados. Puedo haber cortado una oreja si no falla con la espada. Tras dos pinchazos y una estocada fue ovacionado. Al quinto toro lo recibió con cuatro largas cambiadas de rodillas. El toro que era manso buscó pronto las tablas, pero Rivera con ganas de triunfo fue a buscarlo hasta allí robándole varias tandas de redondos a favor de querencias. El público se le entregó, pero un vez más Rivera emborronó su labor con la espada. Tras cuatro pinchazos y una estocada saludó desde el tercio.
El Juli estuvo valiente y poderoso toda la tarde. Su primero un toro complicado. Era mirón y se venía cruzado. El Julimuy dispuesto consiguió someterlo y entonces el toro se rajó y buscó tablas. Allí le propinó una buena estocada y el público le obligó a saludar desde el tercio. Algo parecido ocurrió en el que cerraba plaza. El torero muy entregado logró muletazos lentos y largos a un bonito toro cárdeno que al verse sometido por el diestro se vino a bajo y dejó de embestir. No acertó El Juli con la espada en esta ocasión y por eso su labor fue premiada con saludos desde el tercio.
En definitiva la última corrida de la Feria de Málaga ha tenido como protagonistas a unos toros de Partido de Resina que no logran superar el difícil listón de la raza y la nobleza.