ANDRÉ VIARD
Céret (Francia).El tercio de varas ha sido el gran protagonista del segundo festejo de la Feria de Céret, una tarde en la que han brillado sobremanera los picadores y la ágil cuadra de caballos de Alain Bonijol con una mala y mansa corrida de Manuel Assunçao Coimbra -con genio y fuerza en el caballo y sin opciones en la muleta a excepción del tercero- que ha dado al traste con los esfuerzos de la terna, por encima en todo momento. Rafaelillosaludó dos ovaciones por sendas faenas técnicas y poderosas. Morenito de Arandadestacó en el tercero, mientras que Sergio Aguilarse mostró recuperado del percance del pasado jueves en Pamplona, aplicando oficio y dominio.
Rafaelilloentendió y dominó al manso y brusco animal que abrió plaza, que acudió en cuatro ocasiones al peto y que desarrolló malas intenciones. El murciano aplicó toda su técnica para elaborar un trasteo muy meritorio lastrado por su fallo con la espada, lo que le privó de pasear algún trofeo y su balance quedó en ovación. Idéntico premio recogió tras lidiar al cuarto,otro ejemplar manso que acudió con violencia hasta seis veces al caballo, saliendo suelto de cada cite. En una de las embestidas, el astado derribó al picador Antonio Muñozde forma aparatosa, pero tanto el jinete como el caballo se levantaron de inmediato. Con esa misma violencia llegó el animal a la muleta, por lo que la faena de Rafaelillo se basó en poderle y tratar de aplacarle, rematando con una estocada certera.
Morenito de Aranda se topó con un animal soso lidiado como tercero. El de Assunçao Coimbrase empleó sin celo en el caballo y en la muleta resultó noble pero carente de emoción. El burgalés quiso poner esa emoción, pero sus esfuerzos no encontraron el eco necesario por la falta de chispa del astado. Tras una buena estocada saludó una ovación. Nada pudo hacer con el sexto, de muy mala condición y con peligro.
Sergio Aguilarreaparecía de su percance del pasado jueves en Pamplona y lo hizo mostrándose fácil y plenamente recuperado, pero sin opciones de brillo. Su toro tomó tres puyazos de gran transmisión pero llegó muy parado a la muleta. Aguilar trató de plantearle batalla, pero no tuvo material. El quinto resultó complicado, rebañando y metiéndose en cada muletazo, a pesar de lo cual el torero le ha hilvanado varias tandas de mérito. La espada fue la protagonista negativa de su labor, razón por la que escuchó palmas.
Plaza de toros de Céret. Casi lleno. Toros de Manuel Assunçao Coimbra,serios y de comportamiento mansos y deslucidos, con genio y fuerza en el caballo y complicados en la muleta. Rafaelillo, ovación y ovación; Sergio Aguilar, palmas y palmas, Morenito de Aranda, ovación y silencio. Al termino del festejo han sido premiados los picadores Juan José Esquivel y Antonio Prieto. Al romperse el paseíllo se guardó un minuto de silencio en recuerdo de Simón Carreño, antiguo gestor del coso francés.
FOTOGRAFÍAS: ANDRÉ VIARD