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Reestructuración en el campo bravo | Mundotoro
MIGUEL FERNÁNDEZ-DANIEL VENTURA
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Madrid (España). Nacen más reses bravas, se hierran menos. Estos son los dos datos más importantes contenidos en la Memoria Anual 2014 de la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), principal organización ganadera de bravo. El informe, que refleja tanto datos estadísticos (por primera vez, se recogen datos de otras asociaciones) como cuestiones de funcionamiento, será analizado con detenimiento en una serie de varias piezas. Comenzamos con el análisis en profundidad de esta doble cuestión, la comparativa nacimientos/herraderos, porque tiene una importancia fundamental para el sector.
2014 fue el primer año en el que crecieron los nacimientos de reses bravas desde el comienzo de la crisis en 2008. Así, en el pasado ejercicio hubo, siempre en referencia a las cifras propias de la UCTL, 11.872 hembras y 11.961 machos nuevos. Son números sensiblemente superiores a los de 2013 (11.080 hembras y 10.890 machos), aunque notablemente inferiores a los datos de 2012 o 2011, cuando los nacimientos de ambos sexos superaban los 14.000 cada uno. Yendo aún más atrás, la suma de los datos de 2014 apenas sí supera la mitad de los registrados en 2008 (23.833 nacimientos frente a 41.087).
Comparativa de nacimientos de reses | UCTL
El repunte de los nacimientos, por primera vez en años, es un dato positivo pero no trascendental: al hecho de que las cifras de nacimiento están sujetas a varios factores externos difícilmente mensurables, como una primavera climatológica favorable o un mayor índice paritorio, se suma la realidad de que la cifra relevante para el sector, pues afecta a la disponiblidad de toros bravos en el campo y por lo tanto a su precio, es la de los herrados. Ésta no ha dejado de bajar desde 2008, en sintonía con la grave crisis que ha afectado al sector y la reestructuración económica que las circunstancias han obligado a llevar a cabo.
El punto que destaca por su importancia, más allá de las primeras cifras llamativas, es la similitud entre las cifras de reses nacidas y reses herradas. Los datos del año ganadero 2013, último ejercicio contabilizado por la UCTLen cuanto a herrados, señalan 10.202 hembras y 10.725 machos. Las diferencias son escasas; no en vano, en 2013 se herraron ‘solo’ 165 machos y 778 hembras menos de los nacidos. En los últimos años nunca se había dado un diferencial tan escaso. Los márgenes de ‘exceso’ de nacimientos sobre los herrados eran muy superiores, con la excepción de los machos en 2011, cuando se acercó al equilibrio.
Comparativa nacimientos-herrados de reses | UCTL
Es en estos números en los que se percibe la honda reestructuración que se ha producido en las ganaderías de bravo en los últimos años. Los ganaderos han limitado los índices reproductivos de sus divisas, han llevado y llevan a cabo una selección mucho más exhaustiva, lo que se traduce en un mayor control sobre los animales que formarán parte activa de la divisa. En definitiva, han tratado de reducir las cifras de ‘excedente animal’ que habían venido sosteniendo en los años precedentes, a pesar de que ese excedente constituía un lastre económico. ¿En qué se traduce esta reestructuración, en alianza con las cifras descendentes de herrados? En una cada vez menor disponibilidad de toros bravos en el campo.
Fuentes de la propia Unión de Criadores de Toros de Lidia han señalado a Mundotoro que, efectivamente, este descenso en el número de animales herrados significaráun menor número de cabezas de ganado disponibles para la lidia en 2018-2019. Ello, a su vez, traerá un encarecimiento del precio del toro/novillo. De este modo parece plausible la extensión cada vez mayor del ya existente concepto de corridas de ‘3 y 3’; esto es, tres toros de un hierro y tres de otro, algo que ya nos han reconocido ganaderos de máxima relevancia en entrevistas en Mundotoro.
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