IRENE MARTÍN MOYA
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Sevilla (España). Una imagen distintiva de Manzanares es cuando se persigna antes de la salida del toro. El alicantino sigue un ritual que sucede al rezo en el que se toca la medalla del corbatín y se besa la mano en tres ocasiones. Ahora, ha añadido un nuevo gesto: se toca el lóbulo de la oreja para finalizar.
Algunas fuentes revelan que es un gesto que le solía hacer su padre, José Mari Manzanares. Una manera más que tiene su hijo de tenerlo presente, además del luto riguroso con el que viste cada tarde.
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