Duodécima de la Feria de San Isidro I MUNDOTORO
MUNDOTORO > Madrid
6º Miralto, 559 kilos
Largo, zancudo, vareado, estrecho de sienes. Se da la vuelta al revés en el capote de Chacón, que vuelve a hacer gala de su poderío capotero. Lo luce Chacón en el segundo encuentro con el caballo, donde el toro es pronto y alegre pero no se emplea en el peto. Tampoco humilla en los capotes. Se lucen en banderillas Agustín de Espartinas y Manolo de los Reyes.
Muleta: Inicio descompuesto. El toro, muy deslucido, embiste a la altura del palillo, sin entregarse nunca, sin humillar. Está muy profesional el torero, haciendo gala de todo el oficio adquirido en sus quince años como matador. Incluso acorta las distancias en el tramo final. Se justificó.
5º Pórtico, 592 kilos
Alto de cruz, largo, acapachado. El más grande del envío. No se emplea en el capote de Javier Cortés. Tampoco lo hace en el caballo. Apenas recibe castigo.
Muleta: Animal muy descompuesto, porque sus hechuras y su alzada no le permiten embestir con ritmo. Está muy centrado Cortés, que le coge el sitio y la distancia, y sin dejarle pensar, ganándole la acción en dos series con la derecha que son lo mejor del trasteo. El toro se va agriando, sobre todo por el pitón zurdo, que rebañó con mal estilo, incluso empujó al torero con los cuartos traseros y en su caída, se golpeó con la cabeza en el suelo. La faena bajó el diapasón por culpa del astado hasta despeñarse.
4º Bello, 576 kilos
Grande, más destartalado. Suelto de carnes, estrecho y zancudo. Con más caja que remate. Suelto de salida. Se deja pegar en el caballo. Dos buenos puyazos de Juan Melgar. Echa la cara arriba en banderillas.
Muleta: Inicio suave, tónica general de una faena limpia, en la que el torero da sitio al toro y no lo obliga, porque como toda la corrida está muy bajo de raza. En la segunda, dándole todas ventajas al toro, ya se defiende. Muy inteligente y despierto Chacón, que saca el máximo rédito de un toro de mediana condición.
3º Portador, 582 kilos
Alto, escurrido de atrás, ensillado. Salida fría en el capote de Juan Leal. Pronto en varas. Se deja pegar. Entra en quites Chacón. Deslucida la embestida del animal. Espera en banderillas. Saludan Manolo de los Reyes y Marco Leal.
Muleta: Brinda Juan Leal al público. Inicio en los medios, de rodillas. Tremendo. Porque hay ligazón y profunidad. Y el remate, doble pase de pecho, uno por cada pitón, también de hinojos. En la primera serie el toro se desplaza menos, le obliga al torero a perder pasos. La segunda serie es muy buena, en colocación y altura, finalizada además con un cambio de mano muy celebrado. Al finalizar la tercera en un muletazo hacia los adentros lo coge de fea manera en la zona del glúteo. Vuelve a la cara del toro con el vestido entintado en sangre y lo puede con bragueta, extrayendo muletazos de gran longitud y dimensión citando muy en corto, en la versión más pura del ojedismo. El público se mete en la obra y responde pidiendo la oreja después de un estoconazo.
2º Portadito, 539 kilos
Largo de viga, estrecho de sienes, tocadito de pitones, escurrido, cuesta arriba. Echa las manos por delante, incluso las pierde en ocasiones en el saludo de Javier Cortés. Toma el toro el capote con celo, humillando. Se emplea en el peto en los dos puyazos. Entra al quite Juan Leal. Se mete por dentro en banderillas en el capote de El Algabeño. Toro no fácil de banderillear.
Muleta: Humilla en las primeras series con la mano derecha del torero, que corre la mano con limpieza y buenas formas. El toro pierde el objeto al final de cada pase. Debe darle celo el torero. Por eso la faena no termina de prender, por esa falta de ligazón que el toro, con esa salida tan deslucida, no permite. Con la mano izquierda el torero no le deja pensar en la primera serie, le gana la acción, y consigue la serie de más entidad del trasteo. Pero luego el toro se rajó de modo más evidente.
1º Dudanana, 584 kilos
Basto, alto de cruz, estrecho de sienes el primero. Aprieta por dentro en el capote, le falta celo. Poderoso Chacón. Cumple en las dos varas. Entra al quite Cortés. El toro humilla pero le falta celo. Se deja ganar la cara en banderillas.
Muleta: Se lo saca a los medios con facilidad. El toro es templado, pero le falta empuje y por tanto emoción. Chacón lo muletea con oficio, con suma facilidad. Extrae muletazos de trazo limpio y largo pero cuando le baja la mano el toro se resiente. A su altura responde mejor pero siempre sin la pujanza y la raza necesaria para que el público responda.
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