ELENA PALOS
MADRID (España). Hoy se ha celebrado la segunda novillada del segundo ciclo de festejos de promoción, en el madrileño Palacio de Vistalegre. La afluencia de público ha sido hoy menor que en las anteriores novilladas y también menor ha sido el resultado artístico en el ruedo, pese a que se han cortado algunos apéndices. Se han lidiado seis erales de Sotillo Gutiérrez que en general resultaron complicados y que mansearon en los tercios finales de la lidia.
Abrió plaza Angelete recibiendo a su novillo en la puerta de chiqueros, para luego veroniquearle sin demasiado reposo. Tuvo muchas complicaciones este ejemplar, acostándose por ambos pitones y revolviéndose en un palmo de terreno. El joven torero resultó atropellado en varias ocasiones pero logró algunos pasajes notables con la mano izquierda. Su tardanza con el descabello hizo que sonara un aviso, escuchando palmas al finalizar su labor.
Reyes Ramón causó una buena impresión toreando de capote, demostrando que sabe jugar bien los brazos. Su faena de muleta fue de menos a más, construyendo un trasteo meritorio que tuvo sus mejores momentos en las tandas centrales con la mano derecha. Con la espada hizo bien la suerte pero sus dos estocadas tuvieron una colocación defectuosa. Se le pidió la oreja, aunque no mayoritariamente, y dio la vuelta al ruedo.
A Joselillo le tocó en suerte un eral que en el tercio de banderillas tuvo poca fijeza y apretó hacia los adentros, cerrándose muy pronto en tablas. El joven espada estuvo voluntarioso, comenzando su faena sentado en el estribo de la barrera. Tardó mucho en matar, escuchando dos avisos, por lo que su balance fue de silencio.
Juan Jesús del Monte ejecutó un buen saludo a la verónica al novillo que hizo cuarto, una res que manifestó falta de fuerzas y manseó durante toda la lidia. Juan Jesús le aplicó un toreo de corte vertical, destacando por su variedad con la muleta y su valor. Mató mal y recogió una ovación desde el tercio.
Mario Campillologró sus mejores momentos toreando al natural. Eso fue sin duda lo mejor de su actuación, junto a la capacidad de improvisación que demostró tener y la estocada al encuentro que colocó. El novillo no tardó en caer y cortó una oreja.
El último en actuar fue Angel Luis Bustos, que estuvo variado con el capote y que, ya con la muleta, logró una tanda con la mano izquierda que tuvo empaque, reposo y profundidad. Buenos fueron también los pases de trinchera y los de pecho. Mató al novillo de estocada casi entera arriba y paseó un apéndice.