La plaza de toros de Oviedo hace tiempo que es un monte entre ruinas. Oviedo, Asturias, España, ha tenido la desvergüenza de dejar en el más lamentable estado de ruina a un Bien de Interés Cultural que data del acuerdo favorable a la declaración del Pleno del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias de fecha 31 de mayo de 2006. Esta declaración, obliga por ley a todas las administraciones a conservarla y protegerla. Hasta la fecha, han pasado por la alcaldía regidores de PP y del PSOE, como también han pasado por el Consejo de Gobierno del Principado. Y, todos, todos, son los únicos responsables de la ruina de ese Patrimonio Cultural al que le ley les obliga conservar en perfecto estado todos ellos.
Todos los proyectos de reconstrucción han sido saboteados desde uno u otro lado, dependiendo de quien lo propusiera, hasta llegar al actual. El actual es que el alcalde de Oviedo (la plaza es de propiedad municipal), decidió una reforma en la que no se darán toros porque ‘los toros en Gijón, pero no en Oviedo‘, reforma que Patrimonio ha rechazado porque la plaza es BIC. Es decir, que por ser BIC se deja en pura ruina y salvaje selva vergonzosa, y por BIC no se la reconstruye. Se suma ahora el PSOE con la ocurrencia pseudo salomónica de quien la dejó morir, planteando una rebaja en su calificación de BIC para que se permita la obra.
Es decir, que en su día un Bien de Interés Cultural habilitado y en estado, si no perfecto, si bastante apto para su remodelación y conservación, calificado bajo argumentos legales, patrimoniales y culturales, ha de ver rebajada su calificación solo por el mero hecho de que ningún cargo político cumplió con su deber. Y lo afirmamos de forma rotunda en medio de esta jauría interminable de pleitos políticos propios de una república bananera sin bananas: en castizo, eso de golfos, de una banda de golfos.
No se trata aquí y ahora de magnificar de forma demagógica una plaza de toros. Ni el toreo. Los aficionados ovetenses saben perfectamente que nadie del toreo ha alzado la voz ni ha vuelto su mirada a esa plaza. Como tantas veces, allí donde había problemas, se volvió grupas. Las gentes del toreo no tienen símbolos, solo instinto de supervivencia en una geografía antípoda de la del lobo. Mientras la de éste crece cada año, la del toreo se achica. Solos los catalanes, solos los ovetenses, solos los vascos de Vitoria y otros tantos tan solos por cuestiones bien distintas con un denominador común: la desidia, el afecto por asumir la derrota.
‘Patrimonio ha rechazado el proyecto de reforma, porque la plaza es BIC. Es decir, que por ser BIC se deja en pura ruina y salvaje selva vergonzosa, y por BIC no se la reconstruye’
Y, como cada caso de huida es distinto, en Oviedo estamos ante una flagrante dejación por parte de las administraciones, desde 2006 hasta 2021, de sus obligaciones y deberes para con el pueblo y la cultura ovetense. Dejen de ladrar ustedes sobre el hueso que fabricaron entre todos. Y, siendo este caso un despilfarro de un patrimonio, un abandono de sus obligaciones. Un, parece evidente, caso de prevaricación por omisión.
Recordamos a quien tenga un mínimo apego a la ley, que el prevaricato por omisión se estructura por el incumplimiento de un deber legal propio del funcionario. Es indispensable que la omisión, retardo, o denegación sea voluntaria, es decir, que el funcionario tenga conocimiento de que con su ‘no hacer’ falta a sus deberes oficiales. ¿De verdad que desde 2006 ningún miembro de las administraciones asturianas eran conscientes de que estaban incumpliendo con su obligación legal de mantener en buen estado un BIC? No se lo cree ni el más cándido de los ilusos.
Sería tanto como decir que un ministro como Uribes, de la administración, el Gobierno actual (y los anteriores) desconoce o no sabe que dejando al toreo (Patrimonio Cultural de los españoles) sin ayudas directas por consecuencia de la COVID-19, dejándolo fuera de los Presupuestos Generales del Estado y de cualquier acto, símbolo, gesto, ayuda o consuelo, está incumpliendo una obligación legal por cuestión de cargo. Cada día se retratan más y mejor las bandas de golfos.