La ganadería sevillana de Partido de Resina fue el escenario elegido para una nueva prueba de varios utensilios de la lidia. El protagonista fue un bravo toro, ‘Pañoleto’, que por su juego en la plaza se merecerá ser un futuro semental.
Llama la atención que el astado, de preciosas hechuras y trapío, estaba reseñado para ser lidiado en Madrid. Sin embargo, la pandemia lo impidió y, además, una pelea en el campo hizo que se quedara tuerto de un ojo. Finalmente, fue tentado por Esaú Fernández.
En el tentadero, se llevó a cabo una nueva prueba de la puya cuadrangular, diseñada por Manolo Sales y el veterinario Julio Fernández.
Se usaron dos puyas con pirámide cuadrangular y diferente medida de porción penetrante, una de 67 mm en los dos primeros puyazos y otra de 60 mm para el tercero. Las heridas por puyazos fueron tan pequeñas que los veterinarios subrayaron que el toro estaría en perfecto estado para cubrir las vacas en apenas 10 días.
Además, en el estribo derecho de la montura del caballo se acopló una funda recubierta con kevlar y acolchada para minimizar los impactos y tapar el color del estribo. Algo que según subrayan los defensores de este nuevo sistema llama la atención de muchos toros.