GUILLERMO LEAL
Enrique Ponce actuó la noche de este lunes en Colombia bajo un cuadro de deshidratación, provocado por la gastroenteritis que lo atacó en México el jueves pasado y el intenso calor con el que fue recibido en Cartagena de Indias, donde cortó tres orejas en otra actuación cumbre.
«No sabéis qué sudada me he pegado, por el calor, no te puedes imaginar y malo que ya estaba por el tema de la gastroenteritis, el viaje, prácticamente de toda la noche, llegas sin dormir y aquí hace un calor que te provoca bochornos, pero muy contento porque todo lo que ha pasado ha sido un sueño. Primero el rabo y después lo de anoche, con las tres orejas», señaló Ponce por vía telefónica.
El valenciano aseguró que había hecho un esfuerzo en la plaza con los dos toros de Las Ventas del Espíritu Santo (ganadería propiedad de su alternante César Rincón) y que ello le provocó deshidratación.
«Hoy he hecho un esfuerzo con los dos toros, a mi primero le había cortado la oreja, y mi segundo era un animal que se lo pensaba mucho para pasar, pero cuando cogía la muleta iba para adelante y se la he dejado en la cara y le he pegado muletazos más largos que no sabes. Antes de que saliera este toro sentí desmayar, pero le he echado el resto y estoy muy contento, ha sido un fin de semana inolvidable», dijo.
Ponce aseguró que su regreso a la Plaza México, después de que se ha convertido en el cuarto torero español que corta un rabo en este siglo, además de uno de los ocho que lo consigue en tardes inaugurales durante los 60 años de la monumental México, está previsto para el 4 de diciembre. Por lo pronto viajará a Venezuela pues el fin de semana está anunciado en la plaza de Valencia.
FOTOGRAFÍA: TADEO ALCINA