POR RAFAEL CAMPOS DE ESPAÑA
Diego del Moral, Presidente de la Federación Taurina Manchega, Periodista, amigo y compadre, se nos ha ido hacia los luceros. Su corazón, que tantas veces latió por y para esta fiesta, que a tantos nos atrapa, como mujer enamorada, se rompió con el pitonazo de la Dama del Alba, y nos dejó ayunos de su amistad, lozana y quijotesca, pues alanceó muchos molinos con afanes e ilusión, que no le dieron siempre trigo, sino desdenes que le desmontaron del «rocinante» de su aventura, que en su camino fue sembrando de amor al prójimo. Pero ahora recibirá, de la pródiga mano del dios del Amor, la más preciada recompensa, LA PAZ.
A tus hijos especialmente y a los que llevan tu sangre o tu recuerdo, significarles que el árbol de tu vida debe ser su orgullo y consuelo, por tu ausencia, que es ahora luz eterna en el cielo.