ELENA PALOS
MADRID (España). La cornada sufrida en Madrid por Julián López, El Juli, es una de las más serias de su carrera. No ha sido un torero muy castigado por los toros, ya que éste es el quinto percance de su carrera, aunque la mayoría de ellos, por fortuna, no han sido graves. La primera tuvo lugar en Cantalejo (Segovia), el 17 de agosto de 1998. Un toro de Javier Pérez Tabernero le infirió un puntazo en la mejilla izquierda, del que aún le queda la cicatriz en la cara. Una cornada de esas que llaman ´de espejo´.
El año siguiente, el de 1999, fue el más trágico en lo que a percances se refiere. El 23 de abril, cuando todo parecía apuntar a que El Juli abriría la soñada Puerta del Príncipe de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, resultó empitonado por un toro de Jandilla, que le infirió una cornada en la cara anterior del muslo izquierdo, tercio superior, con dos trayectorias, una hacia afuera y arriba de unos seis centímetros, que disecó piel y tejido celular, y otra hacia abajo y afuera que rompió venillas superficiales y con una extensión de ocho centímetros, llegando hasta la cara externa del muslo.
Poco después, en el mes de mayo, recibió otro puntazo en la cara en la plaza de toros de Puebla (México) y el 30 de agosto resultó herido de nuevo en Calahorra (La Rioja), donde un astado de Valdeolivas le corneó en la parte posterior del muslo derecho, produciéndole una cornada de dos trayectorias. La primera, hacia abajo, de 20 centímetros, afectando el plano muscular y contundiendo el fémur, con ligera afectación del nervio ciático. La segunda, hacia arriba, de 10 centímetros, que no causó destrozos de importancia.
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… parte médico de EL JULI
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… PÁGINA FERIA DE SAN ISIDRO
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