Robleño y Durán, en hombros con dos orejas
Del Álamo pinchó lo mejor frente al quinto.
Tarde de toros en Zamora I MUNDOTORO
MÓNICA ALAEJOS > Zamora (España)
Fernando Robleño y Alberto Durán son los primeros triunfadores de la Feria de Zamora. Ambos cortaron dos orejas, una de cada uno de los toros de su lote, y conectaron excelentemente bien con un público amable con el que sintonizó, también, el Palco. Lo mejor del festejo, con todo, lo firmó Juan del Álamo frente al quinto de la tarde. Fue una faena de alta nota que no remató con la espada. El toro fue premiado con la vuelta al ruedo y el torero, en lugar de pasear los trofeos, tuvo que conformarse con dar una vuelta al ruedo. El sexto hirió al banderillero José Andrés Gonzalo, que está siendo atendido en la enfermería.
El primero de Robleño salió suelto de los lances de recibo sin emplearse. Empezó la faena de muleta queriendo irse y Robleño le plantó cara en los medios con la muleta puesta, al toque y con la voz llevándolo largo. Enseguida buscó el refugio d las tablas al sentirse podido y abriéndose afeando el muletazo. Firme el torero lo mató de estocada casi entera. Una oreja. No dejó el cuarto lucirse a Robleño con el capote. Inició el trasteo con la rodilla flexionada ayudándole a alargar el viaje pero fue inútil. Fue el cuarto otro animal sin transmisión, sin recorrido y sin contenido frente al que el madrileño solo pudo torear a regañadientes del toro, que nunca quiso pelea. Al entrar a matar el toro le tapó la salida quedando entre los pitones unos segundos angustiosos que en apariencia quedaron sólo en el susto. Tras la estocada, cortó una oreja.
Remató Durán el saludo al tercero con una media de rodillas en los medios y ajustó las chicuelinas en el quite con un resultado notable de capa. Incierto y esperando en banderillas había que llevarlo muy toreado para abrirle el camino y desplazarlo y Durán supo estar a la altura de sobreponerse a las dificultades del del Conde que fue peor al natural porque medía más si cabe. Pinchazo hondo y descabello. Oreja. La cuadrilla de Durán protagonizó los primeros tercios del epílogo destacando la suerte de varas de Iturralde y los pares de Raúl Martí que saludó, mientras que José Andrés Gonzalo fue prendido en el segundo par y hubo de pasar a la enfermería. Al toro había que perderle un paso y aprovecharle la inercia para rematar los muletazos atrás. Faena intermitente del zamorano acusó la falta de rodaje y de oportunidades en la primera parte del trasteo y tardó en cogerle el ritmo de las embestidas al del Conde de Mayalde, que tuvo la virtud de la fijeza. Lo mejor llegó en los últimos compases. Tras una estocada y un descabello, cortó una oreja.
Juan del Álamo recibió al quinto con una larga cambiada en el tercio y lances a la verónica. En la muleta doblaba las manos en el momento que el torero trataba de buscarlo por abajo, así que optó por la suavidad y la media altura por los dos pitones llegando más a los tendidos. Le ganó la pelea el salmantino en una labor de menos a más cargada de temple que fue el secreto del éxito. Cuando consiguió sujetarlo llegó el toreo estético. Falló con los aceros. Vuelta al ruedo al toro. Vuelta al ruedo al torero. Recogió bien al segundo Juan del Álamo en los vuelos toreando a la verónica. Brindó a su tercero Javier Gómez Pascual que tuvo que cortar la temporada por una lesión en la rodilla y tuvo que hacer frente a un toro que echó el freno de mano y que protestaba en los finales a su altura. Sosote y sin entrega, todo lo puso el torero que lo intentó por todos los medios.
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